Salud | El uso de suero hiperinmune equino se ha instalado en el ojo del huracán, luego de que la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) lo rechazara para tratar a los pacientes afectado por coronavirus. Se trata de una práctica que fue previamente aprobada por la ANAMAT y recomendada por el gobierno de Alberto Fernández.
Desde SATI han expresado en el comunicado oficial que "debido a los resultados presentados en este estudio fase 2/3, la SATI recomienda fuertemente no utilizar suero equino hiperinmune en los pacientes internados en terapia intensiva, en los pacientes que requieren asistencia respiratoria mecánica y en los pacientes que hayan recibido plasma de convalecientes para Covid-19".
El rechazo formal lleva la firma de su presidenta, Rosa Reina. La SATI ha llegado a la conclusión de que "no hubo diferencias" entre los pacientes que recibieron el suero equino y el placebo. "No se demostraron los objetivos primarios y secundarios de eficacia clínica en ningún caso, no encontrándose diferencias significativas entre los pacientes que recibieron el suero equino hiperinmune y los que recibieron placebo, en relación al ingreso a terapia intensiva, requerimiento de asistencia respiratoria mecánica y de mortalidad", se lee en el comunicado.
Mediante la disposición 9175/20, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) había autorizado en diciembre la utilización del suero equino hiperinmune para tratar pacientes con coronavirus.
"La autorización bajo condiciones especiales se produce teniendo en cuenta los beneficios terapéuticos del producto. La agencia de regulación argentina otorgó una inscripción del medicamento en el REM con carácter condicional y por el plazo de un año. Está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con enfermedad de curso moderado a severo", se había dicho en la disposición.
El Gobierno Ncional se puso al frente de una importante campaña de difusión por la aprobación del suero equino. De hecho, hace una semana el propio Presidente Alberto Fernández había recorrido las instalaciones de la compañía biotecnológica Inmunova, que desarrolla el suero hiperinmune. Actualmente, la producción surge de una articulación público-privada encabezada por el laboratorio Inmunova, el Instituto Biológico Argentino (BIOL) y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos G. Malbrán (ANLIS), en colaboración con la Fundación Instituto Leloir (FIL), mAbxience, CONICET, y la UNSAM.
Los terapistas han rechazado tajantemente el uso del producto por la la falta de evidencia sobre sus beneficios, incluso a partir del propio estudio de la ANMAT. De todos modos, han destacado que su postura "queda sujeta a posteriores modificaciones según el avance de los conocimientos y publicaciones científicas".