Política | Venezuela fue otra vez motivo de rispideces y cruces en la cumbre del Mercosur celebrada este martes en Puerto Iguazú, que significó el fin de la presidencia pro-témpore de Alberto Fernández, que le entregó el mando a su par brasileño Luiz Lula da Silva.
El Presidente, Alberto Fernández dijo que “ha sido una gran alegría encontrarnos en la Argentina para llevar adelante la LXII Cumbre del Mercosur. “Concluimos seis meses de Presidencia Pro Tempore con un MERCOSUR pujante. En 2022, el comercio total con el mundo registró US$ 752.600 millones, un valor histórico”, remarcó.
Las expresiones de Fernández tratan de disimular lo “picante” que se puso el encuentro cuando volvieron a acentuarse las diferencias en torno a Venezuela que persisten en el bloque.
Después de las críticas del Presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou a Lula en la reciente cumbre de Brasilia por la presencia de Nicolás Maduro, ahora tanto Uruguay como Paraguay lanzaron fuertes cuestionamientos al gobierno chavista.
Lacalle Pou pidió “alzar la voz” para condenar la inhabilitación de la opositora venezolana María Corina Machado. “De Venezuela no va a salir una democracia sana”, si a “una candidata con un potencial enorme se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos”, afirmó.
Los dichos del Uruguay fueron respaldados por el Presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, denunció las "restricciones políticas" que suceden en Venezuela, como la inhabilitación electoral de la opositora María Corina Machado.
Abdo Benítez dijo que sigue "con mucha preocupación" los "eventos de los últimos sucesos en Venezuela".
La opositora Machado, inscrita para participar en las primarias de octubre prósimo en Venezuela, previas a las elecciones presidenciales de 2024, fue recientemente inhabilitada para competir por un cargo de elección popular por 15 años.
"Cuando asoma un camino de salida, un itinerario de esperanza con la realización de unas elecciones con la oposición, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de María Corina Machado", sostuvo Abdo Benítez, en su última participación en una cumbre del Mercosur, antes de dejar el Ejecutivo de su país el próximo 15 de agosto.
El mandatario paraguayo afirmó que la inhabilitación de Machado "es un hecho que choca de frente y escandalosamente con la letra clara de los derechos humanos".
"Las restricciones a los derechos políticos por vías administrativas siempre tienen que ser vistas con sospecha y consideradas legalmente inválidas", consideró.
Aseveró que "las garantías de los derechos humanos admiten que sólo los jueces penales en el marco de un debido proceso puedan restringir la participación mediante condenas".
"Hoy vemos una violación a los derechos del pueblo venezolano, de María Corina Machado, que atacan el nervio de la democracia venezolana. A Paraguay no le interesa de qué fuerza, política o color son los presidentes de sus socios, siempre y cuando estos hayan sido elegidos por sus ciudadanos", indicó Abdo Benítez, quien acudió a la cita presidencial junto al Presidente electo de Paraguay, Santiago Peña.
Tras los cuestionamientos de sus pares de Uruguay y Paraguay, Alberto Fernández afirmó: ”nosotros no hemos sido ajenos al tema que es Venezuela. La Argentina dejó el grupo de Lima, por entender que promovía una política de injerencia que no iba a resolver los problemas".
"La cantidad de exiliados que Venezuela hoy tiene son producto de las sanciones económicas. Lo que intentamos fue ser parte del grupo de contacto, para que Venezuela dialogue”, añadió.
Tras afirmar que acompañó los reclamos por violaciones a los Derechos Humanos que denunció el informe de la ONU elaborado por Michelle Bachelet, señaló que “el problema de Venezuela lo tienen que resolver los venezolanos a través del diálogo entre ellos, no los países metiéndonos en cuestiones internas”.
Además, lanzó un mensaje por elevación hacia Lacalle Pou y Abdo Benítez. “El lugar de plantearlo es en la mesa del diálogo. Sería muy auspicioso que se sumen todos los que desaparecieron de la mesa del diálogo. Está México, Colombia, Brasil y nosotros. Si queremos ayudarlos, sentémonos en esa mesa para que tengan la plenitud de sus derechos”, indicó.
El Presidente de Brasil turno dijo que no conocía la situación de Corina Machado, pero contó que habló con el Papa Francisco sobre Nicaragua y se comprometió ante el pontífice a hablar con Daniel Ortega, seriamente enfrentado con la Iglesia local y denunciado por violaciones a los derechos humanos y la proscripción opositora.