Economía | Tuvo en septiembre una caída del 25,7% interanual y roza el peor período en 15 años. También cayeron las ventas en 37%.
La producción automotriz se desplomó un 25,7% en septiembre con relación a igual período de 2018 y se encamina a tener el peor período en 15 años, mientras que las ventas mayoristas al mercado interno se desplomaron 37% en la misma comparación.
Según datos de la cámara empresarial ADEFA, la producción nacional de autos en septiembre fue de 27.687 unidades, un 10,2% menos respecto de agosto y acumuló un período de bajas de 13 meses consecutivos.
En el acumulado de enero a septiembre, las terminales argentinas fabricaron un total de 241.330 unidades (autos y utilitarios), lo que marcó una caída de 34,9% en comparación con las 370.707 unidades que se produjeron en el mismo período del año anterior.
De esta manera y proyectando los resultados para los próximos tres meses, es posible que el 2019 -afectado por la devaluación y una profunda recesión- sea un año peor que el 2005 cuando la producción automotriz llegó a 319.000 unidades.
En ventas mayoristas, el sector comercializó a la red 26.876 unidades, volumen que se ubicó 29,3% por debajo del mes anterior, y se contrajo 37% en su comparación con el desempeño de septiembre del año pasado.
El acumulado a septiembre arroja que la venta mayorista (concesionarios) contabilizó 291.219 unidades, es decir, un 48,3% menos respecto del mismo período de 2018 en el que se comercializaron 563.096 vehículos.
El sector exportó 21.568 vehículos, es decir, un 14,4% más en su comparación con el mes anterior, pero 7,6% menos respecto del volumen que se contabilizó en septiembre de 2018.
En los primeros nueve meses del año se exportaron 168.023 vehículos, es decir, se registró una baja de 15,3 % en su comparación con el mismo período del año pasado cuando se enviaron 198.337 unidades a diversos mercados.
El presidente de ADEFA, Luis Fernando Peláez Gamboa, explicó que "todos los eslabones de la cadena estamos trabajando en una agenda con una visión común a 10 años que nos permita preservar la actividad ante los desafíos actuales y generar las condiciones necesarias para posicionarnos con mayor fortaleza frente a la toma de decisiones en la región, competir en igualdad de condiciones en las próximas asignaciones y subirse al desarrollo de nuevas tecnologías".
"El foco está en modificar de manera conjunta a través de un plan sustentable y de largo plazo aquellas cuestiones estructurales que impactan en la competitividad de nuestra industria", indicó.