Política | En un hecho histórico para Argentina, Rosario se convirtió en la primera ciudad en contar con la presencia de cinco premios Nobel de la Paz quienes analizaron el escenario mundial.
En la Funación para la Democracia Internacional, en Rosario, Adolfo Pérez Esquivel (Argentina), Shirin Ebadi (Irán), Lech Walesa (Polonia), Rigoberta Menchú Tum (Guatemala) y Óscar Arias Sánchez (Costa Rica), abrieron el evento Voy por la Paz.
Las cinco personalidades dijeron presente este jueves, en la Fundación para la Democracia Internacional, organización rosarina que estuvo al frente del evento, y debatieron sobre diversas temáticas que preocupan a la sociedad, desde los conflictos bélicos hasta la crisis en Venezuela, punto que generó un enorme debate y dejó en claro varias diferencias entre Pérez Esquivel y Arias Sánchez.
El argentino, distinguido como premio Nobel de la Paz en 1980, hizo hincapié en la situación que está atravesando Argentina al señalar que “hay fuerte retroceso social, con mayor índice de desempleo y una gran exclusión”.
En la conferencia de prensa, los protagonistas intentaron buscarle una explicación al fuerte momento bélico que se está viviendo a nivel mundial. Shirin Ebadi, abogada iraní distinguida en 2003 y una de las primeras mujeres en ser juez en su país, dejó un claro concepto: “La razón principal del auge de las guerras es que hay clientes que compran armas. Mientras las compras y la industria sean algo válido, no va a existir la paz”.
Ebadi es una de las personalidades más autorizadas para referirse a estos conflictos: “Las causas son la rivalidad entre dos gobiernos: Arabia e Irán. Estados Unidos apoya a Arabia y Rusia a Irán”. Y con claros conceptos, explicó que “esta situación se da por dos temas: la intervención militar de países poderosos y los sistemas dictatoriales de estas dos naciones”.
Por su parte, Óscar Arias Sánchez, ex presidente costarricense que recibió el premio Nobel en 1987, sostuvo que “en la historia de la humanidad, hemos vivido breves instantes de paz. Los héroes son siempre los guerreros: Alejandro Magno, Napoleón, Hitler. Gastamos más en armarnos”.
Agregó que “el uso de la fuerza militar debe ser el último recurso a utilizar. Vivimos en un mundo bastante irracional”.
En tanto, el polaco Lech Walesa, uno de los líderes de la movilización obrera de 1980 que recibió el premio Nobel en 1983, expuso que “hasta el final del siglo XX estuvimos viviendo en un mundo donde no nos interesaban nuestros vecinos, se crearon grandes diferencias en el mundo, le hicimos mucho daño”.
Las diferencias surgieron a partir de que se desató el debate sobre la situación de Venezuela, a quien Pérez Esquivel calificó como “un gobierno constitucional que nunca fue del agrado de Estados Unidos”. Al respecto, el argentino señaló que “siempre recibió un hostigamiento muy grande y está pasando por una situación muy crítica”.
Distinta fue la visión del costarricense Arias Sánchez, que criticó con dureza la gestión de Hugo Chávez. “El Chavismo le ha hecho mucho daño a la gente. Es difícil encontrar un país más corrupto que Venezuela”, sostuvo. Y agregó que “la democracia no tiene presos políticos”, frase que despertó la reacción de Pérez Esquivel, quien de inmediato recordó que “en Argentina tenemos presos políticos y democracia institucional. Una mujer fue condenada antes de ser juzgada como Milagro Sala”.
Quien también defendió la postura fue Rigoberta Menchú, indígena guatemalteca que recibió el premio Nobel en 1992, al explicar que en su país “tenemos más de una docena de presos políticos” y que allí “hay de 10 a 15 muertos por delincuencia y no es un tema que esté en la opinión pública”.
El debate continuará este viernes, en los paneles de conferencia, donde se tratarán temas relacionados con la paz en el mundo.