Política | Con dos despachos, Unión por la Patria más los senadores Guadalupe Tagliaferri y Martín Lousteau se pronunciaron sobre el catedrático, quien ya está en funciones en la Corte.
La oposición logró este jueves en la Comisión de Acuerdos del Senado habilitar, con las nueves firmas necesarias (la mitad más una del total de sus integrantes), el dictamen del pliego de Manuel García-Mansilla, quien fue designado por decreto “en comisión” por el Presidente Javier Milei y ya se encuentra en funciones, luego que el máximo tribunal le haya tomado juramento.
Uno de los despachos contó con las siete rúbricas de todos los miembros de Unión por la Patria en la comisión: Anabel Fernández Sagasti, José Mayans, Juliana Di Tullio, Lucía Corpacci, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, Alicia Kirchner y Sergio Uñac.
Mientras que el otro fue suscripto por el radical Martín Lousteau y la presidenta de la comisión, la larretista Guadalupe Tagliaferri.
En una reunión que dejó expuesta a cielo abierto la interna radical, con las exposiciones de Lousteau y el bonaerense Maximiliano Abad, quien ingresó cuando ya se había logrado el quórum, el oficialismo y sus aliados decidieron no participar.
Con fuertes críticas por la decisión presidencial de nombrar a dos jueces por decreto en la Corte, la oposición buscará el próximo jueves 20 llevar al recinto del Senado ambos pliegos para su rechazo.
El interbloque de UP cuenta con 34 miembros, a 3 del quórum. Además, en caso de asistencia perfecta al momento de la votación, con 25 integrantes de esa bancada que se pronuncien en contra, cualquiera de las postulaciones quedaría sin chances.
El dictamen de Lousteau y Tagliaferri sí manifesta el rechazo a García-Mansilla, mientras que UP metió una jugada con el fin de que en la sesión no haya objeciones: firmaron un dictamen por la positiva, en el cual aclaran que “es meramente una cuestión formal, que de ninguna manera deberá entenderse como un acompañamiento a la postulación del Dr. García Mansilla, sino que responde exclusivamente a la necesidad de dar cumplimiento al procedimiento reglamentario establecido”.
“En tal sentido, se busca permitir que el pliego en cuestión sea elevado al pleno de la Cámara, a fin de que pueda ser debidamente debatido y se adopte una decisión definitiva respecto de su aprobación o rechazo”, agregan.
A diferencia de Ariel Lijo, el pliego de García-Mansilla nunca había obtenido el dictamen necesario para bajar al recinto sin requerir dos tercios de los votos para ser habilitado. El apoyo cosechado llegaba al de un libertario y tres aliados del oficialismo, que este jueves no se presentaron para plasmar tales avales en un despacho.
El pasado 13 de febrero, incluso con la firma de tres legisladores de UP, el pliego de Lijo sí había quedado formalizado. La intención de La Libertad Avanza era tratarlo en extraordinarias, pero no pudo garantizarse los votos.
Culminado el período de sesiones extraordinarias sin avance en los pliegos, el Presidente Milei firmó por decreto las designaciones de Lijo y García-Mansilla “en comisión” hasta el próximo 30 de noviembre.
En el caso de García-Mansilla, la Corte le tomó juramento rápidamente, tan sólo dos días después de la decisión adoptada por Milei, el 27 de febrero; mientras que a Lijo, el máximo tribunal le rechazó el pedido de licencia en su cargo como titular del Juzgado Federal N°4 de Comodoro Py.
No dispuesto a renunciar, la suerte de Lijo sigue a cargo del Senado. Ahora, el caso de García-Mansilla abriría un problema más complejo, con bibliotecas divididas sobre qué podría pasar si la Cámara alta finalmente rechaza su pliego, cuando ya asumió como ministro del máximo tribunal.
Un tema que, sin dudas, desataría un conflicto que podría terminar incluso en manos de la Corte.