Política | Se lo considera el combustible del futuro y surge como una de las soluciones tecnológicamente más desarrolladas para "descarbonizar" sectores difíciles de electrificar, como el transporte marítimo de larga distancia, la aviación y las industrias pesadas.
El hidrógeno verde es considerado como "el combustible del futuro" y es generado mediante electrólisis a partir de energías renovables como la solar y la eólica, en las que Argentina tiene un gran potencial para desarrollar proveedores competitivos y crear nuevos empleos.
El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta y no es considerada una fuente energética en si misma, sino un vector energético, ya que almacena energías generadas por otras fuentes de manera tal que posteriormente pueda ser liberada en sistemas ya conocidos.
El proceso de producción de hidrógeno verde requiere contar con tres variables ineludibles y abundantes, ya que demanda viento o luz solar para la generación eléctrica renovable que se aplica al proceso de electrólisis; agua para separar el hidrógeno del oxígeno y una locación para instalar generadores eólicos o paneles solares.
En la actualidad, la generación de hidrógeno se realiza a partir de otras fuentes que motivan distintas definiciones según la fuente original: así puede ser a partir de petróleo o carbón (hidrógeno negro); de gas natural (hidrógeno gris); o a partir de gas pero con tecnología de captura y almacenamiento de carbono (hidrógeno azul).
El proceso denominado electrólisis utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se podría producir el hidrógeno sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.
El hidrógeno verde surge así como una de las soluciones tecnológicamente más desarrolladas para "descarbonizar" sectores difíciles de electrificar, como el transporte marítimo de larga distancia, la aviación y las industrias pesadas.
Este combustible puede lograrse a través de la energía eólica. Este combustible puede lograrse a través de la energía eólica. La misma solución puede abarcar a las industrias que consumen mucha energía, como la del acero, el cemento, el papel o la de fertilizantes.
Según el Ministerio de Ambiente, "la tecnología del hidrógeno verde" suscita cada vez más interés "como una estrategia de transición energética. Implica una gran oportunidad para Argentina porque tiene una amplia ventaja competitiva para generar energía renovable".
El desarrollo de esta alternativa se presenta para Argentina como una oportunidad para desarrollar proveedores competitivos en toda la cadena, crear nuevos empleos y aumentar significativamente las exportaciones, a la vez que se protege el ambiente local y global. Un informe del Banco Mundial señaló que la exportación de este combustible limpio desde América Latina es "una vía para la recuperación económica inclusiva, resiliente y verde".
Argentina, Brasil, México y Perú tienen gran potencial de demanda local por la minería y la producción de acero, hierro o químicos.
En la actualidad, seis naciones lideran la investigación y el desarrollo de este tipo de energía renovable: Australia, Alemania, Países Bajos, China, Arabia Saudita y Chile.
En el marco de la Cumbre Mundial contra el Cambio Climático COP26, que se desarrolla en la ciudad escocesa de Glasgow, autoridades de la empresa australiana Fortescue anunciaron una inversión de 8.400 millones de dólares en la Argentina destinados a producir hidrógeno verde, durante un encuentro que mantuvieron con el Presidente Alberto Fernández.
La inversión anunciada este lunes permitirá la creación de más de 15.000 empleos directos en el país y al menos otros 40.00 indirectos.