Política y Economía | El Presidente sostuvo que la decisión de intervenir Vicentín se tomó para "preservar una empresa muy importante del mercado cerealero" y para mantener "la fuente de trabajo y la tranquilidad de los productores".
El Presidente Alberto Fernández afirmó hoy que la intervención de Vicentín "es excepcional" y que "no está en la cabeza" del Gobierno "andar expropiando empresas", al tiempo que sostuvo que la decisión se tomó para "preservar una empresa muy importante del mercado cerealero" y para mantener "la fuente de trabajo y la tranquilidad de los productores".
"Dispusimos la intervención por 60 días para saber a ciencia cierta de qué estamos hablando", sostuvo Fernández en declaraciones que realizó esta mañana a Radio Con Vos, en las que aclaró que se trató de una decisión suya.
El jefe de Estado advirtió que el gobierno nacional se está "haciendo cargo de una empresa en quiebra, no de una empresa próspera", y sostuvo que "se trata de una decisión excepcional por su naturaleza estratégica". No hacemos esto para salvar accionistas sino para salvar a una empresa con incidencia muy importante en el mercado de granos”.
Ayer, en una conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el Presidente anunció la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia para la intervención de la empresa, que estará a cargo de Gabriel Delgado, y el envío al Congreso de un proyecto de ley de expropiación para afrontar el proceso de concurso preventivo que podría derivar en su quiebra.
En sus declaraciones de hoy, el mandatario adelantó que "todos los activos del grupo van a formar un fideicomiso y la administración la hará YPF o el Banco Nación, según quien corresponda, pero el gerenciamiento lo va a tomar YPF Agro con aportes del Tesoro". "No es que llegamos y tenemos que poner 1300 millones de dólares, llegamos a una empresa en concurso, porque los que critican esto le quieren hacer creer a la gente que nos estamos haciendo cargo de una empresa próspera. Nos estamos haciendo cargo de una empresa en quiebra", explicó.
En ese sentido, expresó que las "empresas quiebra tienen un proceso previo que a veces son exitosos y evitan la quiebra, pero temo que en este caso no lo hubiera sido, el concurso preventivo hubiera derivado en una quiebra" y agregó: "En ese río revuelto hubieran ganado los que ganan siempre, que son las exportadoras multinacionales". El mandatario destacó que por Vicentin "pasa el 13% de las exportaciones de cereales de Argentina" y sostuvo que YPF Agro "tiene una influencia de más o menos el 8% de la comercialización también, con lo cual estamos hablando de un porcentaje importante" en esa área.
Al ser consultado si podría ocurrir algo similar con la empresa Sancor, Fernández respondió: "No, Sancor no está en la mira", y aclaró que el Gobierno "va a ayudar a todas las empresas que podamos, pero expropriarlas no es la regla". "No está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas. Claro que es un gran esfuerzo del Tesoro que hay que hacer, por lo tanto la excepcionalidad de tomar esta decisión es absoluta", amplió.
En tanto, el Presidente reveló que no habló con "absolutamente nadie" sobre su idea respecto a Vicentin, "salvo con (el Ministro de Desarrollo Productivo) Matías Kulfas", a quien le pidió "total reserva entendiendo la incidencia que la decisión tiene".
"Ninguno de nosotros se quiere quedar con las empresas y capitalizar acciones", reafirmó Fernández, y sobre la idea de la diputada Fernanda Vallejos -quien planteó que el Estado se podría quedar con una participación de las empresas que ingresan al plan estatal ATP- explicó que hizo esa propuesta "en un contexto distinto" y "sonó a que nosotros queríamos hacer los aportes y quedarnos con acciones y eso era absolutamente falso".
En ese marco, puso de relieve que "es el mismo debate que hay en muchos países que están ayudando empresas y el caso más notorio es Alemania, con el auxilio a Lufthansa".
Por último, el mandatario dijo que "difícilmente los accionistas se sientan damnificados porque en los últimos diez días he recibido propuestas para que el Estado se quede, con la anuencia de los accionistas, con la empresa". "No quise hacerlo por una cuestión de transparencia, no quise que nadie dude del sentido de lo que estábamos haciendo porque no hacemos esto para salvar accionistas sino para salvar a una empresa con incidencia muy importante en el mercado de granos", finalizó.
Fuente: Télam.