Judiciales | Es en la causa que se inició por la denuncia del difunto Fiscal Alberto Nisman. En octubre pasado, un tribunal oral sobreseyó a todos los acusados, entre ellos Cristina Fernández de Kirchner.
La organización judía DAIA y la querella que representa a dos familiares de víctimas del ataque contra la AMIA le pidieron a la Cámara Federal de Casación que ordene que se realice el juicio oral por la firma del Memorando de Entendimiento entre la Argentina e Irán durante el gobierno de Cristina Kirchner.
El abogado Juan José Ávila, en representación de los familiares de las víctimas, sostuvo que “el debate no fue evitado, fue escamoteado”.
Por su parte tres de los abogados defensores coincidieron en que el fallo que los sobreseyó es el camino “lógico” ante lo que consideraron probado: “la inexistencia de delito”.
Con fundamentos coincidentes e incluso citándose entre ellos, Martín Arias Duval -por el ex Vicecanciller Eduardo Suaín; Mariano Fragueiro Frías, por el Procurador del Tesoro, Carlos Zanini y Marcos Aldazábal, por el Viceministro de Justicia, Martín Mena- reclamaron que se confirme el fallo que dio por cerrado el expediente con la absolución de todos los acusados.
Aldazábal incluso destacó que “ahora es innecesario el debate, pero fue innecesario todo el proceso, porque siempre se supo que no hubo delito alguno”.
La Causa Memorando se inició cuando el difunto Fiscal Alberto Nisman presentó una denuncia por “encubrimiento” contra funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner y la propia ex presidenta para beneficiar presuntamente a los iraníes acusados de volar la AMIA.
En octubre del año pasado, el Tribunal Oral Federal número ocho -antes de celebrar el debate- sobreseyó a todos los imputados porque consideró que había “inexistencia de delito”.
La DAIA y los familiares apelaron esa decisión y hoy los jueces de la Cámara de Casación Ana María Figuera, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone comenzaron a escuchar las posturas de las partes.
El abogado de las víctimas sostuvo que desistir del juicio cuando la causa estaba encaminada hacia esa etapa sólo podía ocurrir si hubiera aparecido una nueva prueba que demostrara, probadamente, que el delito no se cometió.
Según Ávila, eso no se probó sino que el cierre de la causa se debió a una serie de “afirmaciones dogmáticas” del tribunal sobre la inexistencia de delito.
En el cierre de su alegato, tomó la palabra Mario Averbuch, padre de una de las víctimas mortales y parte de la querella, quien reclamó que los imputados sean juzgados por “traición a la patria, traición a la vida, al pueblo, a la sociedad toda”.
“Nadie pensó en darle justicia a los muertos”, resumió. Jorge Knoblovits, como presidente de la querella Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), eligió no hacer uso de la palabra sino presentar unas “breves notas” con los fundamentos de su pedido de realización de juicio.
“La maniobra imputada requirió de canales paralelos, por lo que lo que se decía ‘oficialmente’ tanto en forma oral como escrita, no refleja necesariamente la realidad”, sostuvo la organización que representa a una parte de la comunidad judía.
“De ninguna manera estamos ante ‘prueba nueva’. Y si lo estuviésemos, la misma no tiene entidad para descartar la hipótesis delictiva y evitar el debate oral y público”, concluyó el documento.
La audiencia continuará el próximo 24 de noviembre y para esa ocasión existe la posibilidad de que hable ante el tribunal la Vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner.
Fuente: Néstor Espósito/NA.