Lunes 18 de Abril de 2016, 15:47

"Para salir de la pobreza hay que crear empleos"

Política | El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina defendió el estudio de la UCA que expresó un crecimiento de la pobreza.


El presidente del Episcopado, José María Arancedo, advirtió ayer que "para salir de la pobreza hay que crear empleos", al señalar que la problemática laboral es una deuda pendiente en la Argentina. "Para salir de la pobreza hay que crear empleos. La asistencia tiene un límite. Hay que generar producción, trabajo, crecimiento, y eso requiere inversión y no solamente de afuera", explicó Arancedo, en una entrevista que le concedió al diario La Nación, al concluir la primera asamblea plenaria del año, en la que 108 obispos pasaron revista a la situación del país. El Arzobispo de Santa Fe respaldó las mediciones de la Universidad Católica Argentina (UCA), que evaluó un repentino crecimiento de la pobreza en los primeros tres meses del año, y señaló que "hoy la pobreza ronda el 32% y no hay que asustarse del trabajo" de esta casa de altos estudios. "Hay que mostrar la realidad y asumir conductas y comportamientos para superar la pobreza. Eso nos compromete a todos", subrayó el sacerdote. "Evidentemente, hubo ajustes. No puedo hablar técnicamente, pero no dudo de la seriedad del trabajo de la UCA. Siempre actuó con mucha responsabilidad, con mucha seriedad y con mucho espíritu de servicio y de compromiso con el país. No hay que asustarse", insistió Arancedo. Al ser consultado sobre si la problemática del empleo es una deuda pendiente en la Argentina, el sacerdote respondió que "sí" y que el país "tiene que volver a una etapa fuerte de inversión, no solamente de afuera; también, de adentro". "Una inversión que vaya generando fuentes de trabajo. El nivel de empleo habla también de los niveles de crecimiento y de producción de una comunidad. Y esto requiere inversión", agregó. Arancedo también se refirió al rol de la Justicia y señaló que "un país necesita que los poderes actúen con independencia, que sean libres y sean ejemplares para la sociedad". "Nos preocupa la corrupción, porque es una mentira. La mentira es negar la verdad a otro. Y la corrupción es negar. La crisis en el fondo siempre es moral. El poder muchas veces termina permitiendo estas actitudes. A mayor altura, las tentaciones son mayores", sostuvo el cura.