Lunes 8 de Agosto de 2016, 23:44

Murió Nini Flores

Cultura | El acordeonista, bandoneonista y compositor falleció, a los 50 años, en Corrientes.


Nini nació el 26 de marzo de 1966 en Corrientes, cinco años después que su hermano Rudi, guitarrista con el que desde 1984 construyó un delicioso dúo instrumental con el que registró ocho álbumes combinando músicas propias y certeras versiones. A ese repertorio, Nini le aportó composiciones solistas como “Refugio de soñadores”, “Corrientes norte”, “Noches de San Antonio”, “Añorando” y “Un vals en París”. Ambos inspirados músicos tuvieron una cuna musical excepcional ya que el padre de ambos, Avelino Flores, fue un destacado bandoneonista y autor que acompañó a sus hijos en una gira europea en 1994 que determinó que Rudi y Nini se radicaran en Holanda. Tanto en Europa como en la Argentina, los Flores mostraron que la música del Litoral era un territorio mucho más rico y amplio que el que la propia escena folclórica local le asignaba. Desde esas márgenes al que el chamamé parecía condenado, Nini y Rudi, al igual que Raúl Barboza o Chango Spasiuk, por citar solamente a algunos, regalaron maravillosas pruebas de su capacidad estética tanto desde la tradición como desde posibles fusiones con otros géneros. En ese sentido y al margen de su actividad con Rudi, una vez que los hermanos distanciaran sus pasos cuando promediando la década pasada el acordeonista decidió regresar para radicarse en Corrientes y el guitarrista continuó compartiendo su vida entre París y la Argentina, Nini empezó a trabajar fuertemente a nivel local. En principio, Nini armó un grupo desde el bandoneón con la cantante Verónica Noguera y el guitarrista Facundo Rodríguez, participó en 2013 del Festival de Tango de Buenos Aires, acompañó al tenor español José Carreras en su visita a Corrientes, junto a Aldy Balestra impulsaba el Festival de Invierno de Chamamé y en yunta con Coqui Ortiz trabajaba en el relevamiento para una memoria audiovisual del chamamé. Pero su principal actividad en ese sentido fue la conformación de un quinteto para el que convocó a Juan Pablo Navarro (contrabajo), Matías Martino (piiano), Guillermo Rubino (violín), Facundo Rodríguez (guitarra) y Verónica Noguera (voz). "El violín es un instrumento que pertenece a la historia del chamamé y que sin embargo se fue dejando de lado. Eso era algo que quería recuperar y que empujó la idea del nacimiento del quinteto, porque el legado del violín encaja perfectamente con la sonoridad de este lenguaje", explicaba Nini a Télam acerca de esa experiencia. El músico también señalaba a esta agencia en agosto de 2015 que "el chamamé ha estado relegada en ciertos circuitos, en algunos festivales, pero vino ganando espacios en los últimos años". En busca de forzar todavía más esas posibilidades expresivas en torno a las dulces y salvajes melodías litoraleñas como materia prima sensible de ser intervenida, en mayo último sumó a su quinteto un cuarteto de cuerdas para un maravilloso concierto en la Sala Sinfónica del CCK. Para el cierre de esa velada, el calvo anfitrión convocó al violín de Marta Roca, a la viola de Mariano Malamud, al cello de Climent Henri André Silla y al acordeón de Néstor Acevedo para conformar un noneto que regaló el rasguido doble “Fulgor de alborada”, de Rudi y Nini, “Canto a mi terruño”, de Rudi, “Monte Purahéi”, de su padre Avelino y “Simplemente Isaco”, de Mateo Villalba. Decidido a seguir caminando y sonando para mostrar las posibilidades expresivas del chamamé y las músicas del Litoral, Nini quería grabar su aventura con el quinteto y en septiembre iba a volver a coincidir con Rudi en la primera edición de “Experiencia Piazzolla”, una muestra sobre el genial tanguero que en septiembre tendrá por sede a la Ciudad Cultural Konex. La imprevista noticia de la muerte del menor de los Flores, que la Justicia atribuyó a un paro cardiorespiratorio no traumático, una muerte súbita, no podrá silenciar el legado innovador e inquieto de su fueye. El músico será velado en el teatro Juan de Vera, según confirmó a la prensa el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero.