Sociedad | La situación de la pequeña generó conmoción pública y solo recibió asistencia cuando su caso saltó a la opinión pública.
Zaira, la nena wichí cuya historia de vulnerabilidad extrema generó consternación en el país a mediados de año, falleció tras una larga agonía. La noticia fue confirmada por Daiana Ferreyra, la mujer que en el mes de mayo había denunciado el estado de abandono de la criatura.
“La verdad nos tomó de sorpresa el anuncio del fallecimiento de la nena. Yo tenía contacto directo con el abuelo de ella, ya estaban terminando su casita que le estaba armando el IPV y tenía asistencia médica constantemente. La verdad tengo un vacío y no entendemos qué pasó”, lamentó Ferreyra.
Zaira padecía un cuadro de depresión, estaba ciega y le faltaban algunos dedos luego de que unos chanchos se los arrancaron cuando intentaron quitarle una medialuna que su hermano le había dado en un intento por alimentarla.
La pequeña se encontraba en una frágil situación tras la muerte de su madre y su caso tomó estado público por la denuncia de Ferreyra.
Recién a partir de ese momento, la nena recibió asistencia médica constante. Sin embargo, en las últimas horas, Zaira murió.
La menor tenía 12 años y había quedado a cargo de sus abuelos en Misión Chaqueña, Salta.
La historia de la pequeña fue terrible y trascendió las fronteras de Salta, donde vivía postrada en una cama sumida en una profunda depresión, ciega y sin decir ni una palabra. Su papá la abandonó a ella y a sus hermanos y su mamá murió hace tres años de cáncer de útero.
“Era una nena llena de vida, iba a la escuela, jugaba, como cualquier niño de su edad. Al parecer entró en depresión, por la falta de su mamá y dejó de comer. Está con un cuadro de desnutrición muy grave, perdió totalmente la vista y ya ni habla”, contó hace algunos meses Diana.
Y añadió: “Es muy triste. Si hubiese recibido apoyo psicológico, quizás podría haberse evitado está situación”.