Judiciales | Lo resolvió el Tribunal Oral Federal. El dinero será repartido entre el Garrahan y el Ricardo Gutiérrez.
El Tribunal Oral Federal 1 determinó que el próximo jueves se haga efectiva la transferencia desde el Tesoro del Banco Central de la República Argentina de una cifra que ronda los 2,2 millones de dólares a dos hospitales que se encargan de atender a niños de todo el país en la Ciudad de Buenos Aires.
Esos millones de dólares forman parte de los que tenía en los bolsos que arrojó en un convento de la localidad de General Rodríguez, José López, ex Secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo, Cuando el Tribunal Oral Federal I (TOF I) condenó a López la pena máxima por el delito de enriquecimiento ilícito determinó que el dinero iba a ir a parar al sistema de salud pública.
El punto XIII de la condena a López estipulaba: “Decomisar los ocho millones novecientos ochenta y dos mil cuarenta y siete dólares (U$S 8.982.047), ciento cincuenta y tres mil seiscientos diez euros (153.610 €) y ciento cincuenta y nueve mil ciento catorce pesos ($ 159.114) y los relojes marca Rolex modelo Oyster Perpetual y marca Omega, modelo Speed, oportunamente incautados; montos y valores que deberán ser puestos -a través de la vía pertinente, en cada caso- a disposición del Hospital de Pediatría Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan” y del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, en partes iguales, con el fin de que ambas instituciones hospitalarias puedan satisfacer sus necesidades prioritarias de asistencia médica, insumos para la atención de los pacientes, aparatología e investigación; ello en aras a brindar a lo incautado un fin concreto de utilidad pública…”.
El Garrahan y el Gutiérrez ya habían recibido parte de dinero decomisado. Los hospitales, en plena pandemia de coronavirus, hicieron saber al TOF1 de las principales necesidades de insumos y de equipamiento. Cada hospital hizo una lista de lo que le resultaba imprescindible.
En la lista había barbijos, antiparras , kits de detección de Covid-19, ventiladores, ecógrafos, equipos de rayos, oxímetros, camillas y colchones.
Los Hospitales informaron al TOF1 el costo de lo que compraron con la plata proveniente de la corrupción: rindieron cuentas transparentes de un dinero sucio.
En la resolución firmada por los Jueces Ricardo Basílico, Adrián Grünberg y José Michilini en la que se ordena la última transferencia se explica cómo fue el modo en el que se controló el destino de lo entregado: “en cada una de esas rendiciones, detallaron el estado de avance de las compras, indicando minuciosamente cada detalle de los equipamientos, productos e insumos que habían sido ya recibidos y que obraban en sus patrimonios; como así también enviaron en cada ocasión las órdenes de compra emitidas y las que se encontraban en proceso”.
El Tribunal ya había transferido un total de U$D 6.719.600. El Garrahan había recibido U$S 3.519.600 en tanto el Gutiérrez había obtenido U$D 3.200.000. Quedaban aún en una caja fuerte del BCRA U$D 2.262.400. A partir de lo resuelto ayer por los jueces el próximo jueves el Garrahan recibirá U$SD 971.400 y el Gutiérrez U$D 1.291.000 dólares estadounidenses.
También se les transferirá a cada uno un remante de $ 79.557.
Los Jueces establecieron que: “una vez adjudicado el dinero y para continuar con el efectivo control por parte de este Tribunal y de las partes sobre el destino de los fondos decomisados, se requerirá a las Sra. Directoras del Hospital Garrahan y Gutiérrez la totalidad de los comprobantes y/o constancias que acrediten las transferencias internas que debieron ejecutar y las compras realizadas”.
El TOF 1 todavía tiene que enviar a remate los relojes que tenía López en sus bolsos junto a los billetes. Lo producido en esa subasta se dividirá también en partes iguales entre los dos hospitales.
A eso hay que sumarle también lo que resulte de cambiar unos pocos yuanes que López-que salió en libertad condicional- llevaba consigo aquella noche del 14 de junio de 2016 cuando fue detenido después de tirar los bolsos en un convento.
Fuente: Infobae.