Política | Tras el conflicto de 2015, la Comisión de Asuntos Constitucionales acordó una iniciativa para establecer el momento exacto de finalización del mandato del jefe de Estado y dónde debe realizarse.
El próximo Presidente electo prestará juramento ante los Diputados y Senadores al mediodía del martes 10 de diciembre y, después, Mauricio Macri deberá entregarle los atributos de mando, bastón y banda, en la Casa Rosada, a menos que ambos acuerden hacerlo en el Congreso.
Así deberá producirse el traspaso de mando presidencial, si resulta aprobada una ley que este miércoles obtuvo dictamen en la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado y que, de esta manera, quedó lista para ser tratada en el recinto.
Cristina Kirchner que en 2015 se negó a entregarle los atributos de mando a Macri, estuvo ausente este miércoles en la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales, que también integra el jefe del bloque de Senadores del Frente para la Victoria, Marcelo Fuentes, quien tampoco se presentó.
El proyecto acordado establece que "una vez realizada la jura" ante la Asamblea Legislativa, "en el mismo día el Presidente saliente le hará entrega de los atributos de mando al presidente electo en un acto en la Casa de Gobierno, salvo que ambos, de común acuerdo, convengan que se realice en el Congreso".
Para no entregarle los atributos de mando a Macri, Cristina Kirchner argumentó que su sucesor se había encaprichado con que esa ceremonia se hiciese en la Casa Rosada, y no en el Congreso, como sostenía ella, pese a que en los últimos 36 años de democracia sobraban ejemplos de entrega de bastón y banda presidencial en la Casa Rosada. Por ejemplo, Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
El proyecto acordado en el Senado le da la razón a la postura de Macri por sobre la justificación de Cristina Kirchner, quien en su último libro, Sinceramente, admitió que no entregó los atributos a su sucesor para evitar lo que consideraba una "rendición" ante un adversario político.
"Muchas veces, después del balotaje, pensé en eso que finalmente no se dio: yo, frente a la Asamblea Legislativa, entregándole los atributos presidenciales a… ¡Mauricio Macri! Lo pensaba y se me estrujaba el corazón. Es más, ya había imaginado cómo hacerlo: me sacaba la banda y, junto al bastón, los depositaba suavemente sobre el estrado de la presidencia de la Asamblea, lo saludaba y me retiraba.
Todo Cambiemos quería esa foto mía entregándole el mando a Macri porque no era cualquier otro presidente. Era Cristina, era la "yegua", la soberbia, la autoritaria, la populista en un acto de rendición", dice la senadora por la provincia de Buenos Aires en su libro.