Judiciales | El empresario, acusado de lavado de dinero, decidió exponer ante los Jueces pero sin responder preguntas. Aseguró que es “una víctima del poder real”.
El empresario Lázaro Báez manifestó este miércoles que fue presionado por "el poder real" para involucrar con su declaración a la familia Kirchner en hechos de corrupción y aseguró que hasta le ofrecieron reunirse con el actual Ministro de Justicia, Germán Garavano.
"Soy una víctima del poder real", dijo Lázaro Báez en su primera declaración ante el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por la "ruta del dinero K", en la que adelantó que no contestará preguntas.
Báez se reconoció como un empresario "emprendedor" y que le "armaron la causa porque no toleraron que un don nadie compita".
Además, aclaró que siempre fue amigo de Néstor Kirchner, incluso antes de asumir como Presidente de la Nación.
Por otra parte, subrayó que su detención se convirtió en un show al igual que las causas en su contra, todo con el objetivo de llevar adelante un "plan maestro, político y judicial".
En este expediente, el Juez Sebastián Casanello procesó a Báez, a sus cuatro hijos y a otros 21 imputados, por haber montado una estructura de "sociedades y cuentas bancarias en el exterior que permitieron el blanqueo de por lo menos unos sesenta millones de dólares". Para estas operaciones se utilizaron firmas como Austral Construcciones (adjudicataria de 52 contratos viales por $ 46.000 millones), la financiera SGI, la empresa Helvetic entre las principales.
Para Lázaro Báez, todo respondió, a una "campaña atroz" en su contra y responsabilizó al gobierno de Cambiemos: "Todos los poderes del Estado colaboraron, muchos de sus integrantes amedrentados por las políticas implementadas por el Ejecutivo en la supuesta lucha contra la corrupción".