Lanzaron un nuevo frente sindical

Pese a las diferencias internas, visibilizadas por un lado en la reunión de consejo directivo de la CGT y, por el otro, en el acto encabezado por Hugo Moyano en el lanzamiento de un armado frentista, el sindicalismo reafirmó este jueves la convocatoria al paro general del 25 de septiembre próximo con críticas al gobierno por su responsabilidad en el deterioro de la situación social. El trasfondo de estas divisiones está dado por el posicionamiento frente al Ejecutivo y frente al armado de los distintos peronismos con miras a las elecciones del año próximo. En el gobierno, en tanto, aspiran a retomar el diálogo tras la medida de fuerza mientras, a nivel interno, se termina de ordenar la estrategia ahora dirigida por el Ministro Dante Sica en coordinación con el ahora Secretario del área, que mantenía el diálogo con los popes sindicales, Jorge Triaca. “A veces encuentran unidad en un paro pero tienen muchas cuestiones internas pendientes. Vemos que hoy hay sectores que tienen dificultades pero no es la solución una medida de fuerza”, indicó una fuente gubernamental consultada. Lo cierto es que el triunvirato de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, encabezaron la reunión de concejo directivo en calle Azopardo en la que ratificaron que el paro del 25 “ya está instalado” y analizaron la coyuntura. En plena puja con el moyanismo, le dieron la bienvenida al órgano consultivo a la UOM -Enrique Salinas reemplazó al renunciado “Barba” Gutiérrez- y criticaron a sectores políticos y sindicales que quieren “voltear al gobierno”. Elípticamente, se cuestionó al 21F del moyanismo, que coquetea con ser la pata sindical del frente patriótico que quiere llevar de candidata en 2019 a Cristina Kirchner, al criticar a quienes “nos corren y hacen alianzas con gente que nos destrató y nos llamó oligarcas”. Daer, a su turno, criticó el proyecto oficial sobre teletrabajo e igualdad de género ya que con la zanahoria de la equidad “trae una trampa: genera una sanción de forma unilateral al trabajador” y le agregaría carga horaria a las trabajadoras madres durante los primeros 4 años de sus hijos. “Se come la hora de lactancia que tienen garantizada durante un año”, alertó. En tanto, Schmid advirtió sobre el deterioro de la situación económica, se hizo eco del llamado a institucionalizar el diálogo de la Iglesia pero remarcó que para evitar confusiones con el Ejecutivo es mejor llegar a las reuniones “con una agenda acordada” previamente. Respecto a las multisectoriales que se arman en distintos puntos del país para confrontar con el oficialismo, admitió que constituyen “un limbo, un término tan amplio” en el que pueden participar de sectores de diferentes orientaciones. En este marco, surgen en el seno sindical versiones sobre un supuesto libro de pases tras la realización del paro general; algunos observan al aeronavegante Juan Pablo Brey como posible incorporación al espacio del moyanismo. Al mediodía, Moyano participó del almuerzo aniversario de la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), un gremio de 8 mil afiliados y que presentó la flamante conducción de Pablo Palacio, que deslizó cierto malestar por no haber sido incluido en la flamante conducción de las 62 Organizaciones Peronistas. Esta entidad, que quiere volver a ser el brazo político del sindicalismo combativo luego su alianza con el Pro, ahora es conducida por el textil Hugo Benítez. En un breve discurso, el camionero sorprendió con un llamado a los empresarios a consensuar políticas cuando asuma el futuro gobierno, en sintonía con el ánimo frentista que deslizan los operadores del kirchnerismo como estrategia rumbo a 2019. “Es importante compartir con los empresarios la necesidad de reunirnos en un futuro gobierno, todas las partes sindicatos, empresarios y la Iglesia. Para acordar y que no sólo el sacrificio lo haga el trabajador”, destacó el también presidente de Independiente.