Economía | El sector acumula cuatro meses consecutivos en baja. Solo dos de los doce rubros manufactureros tuvieron una mayor actividad interanual.
La industria argentina viene atravesando su segundo trimestre recesivo y lleva cuatro meses de fuertes caídas. En agosto, el nivel de actividad según INDEC fue un 5,6% menor al mismo período del año anterior y el acumulado anual muestra por primera vez una baja del 0,8% interanual.
Sólo dos de los doce rubros manufactureros evitaron el impacto de la crisis económica actual gracias al mayor dinamismo en las exportaciones que devino de la fuerte devaluación. La industria automotriz creció un 13,7% de la mano de una suba de exportaciones del 59,6%, mientras que las industrias metálicas básicas lo hicieron en un 7,7%. Esta rama se vio beneficiada por mayores ventas siderúrgicas hacia la industria automotriz y al mercado energético en Vaca Muerta.
El resto de los sectores industriales no pudo salvarse de la recesión que afecta al conjunto de la economía argentina, registrando los golpes más fuertes en la rama textil (-16,6%), los productos de caucho y plástico (-13,2%), la metalmecánica excluida la industria automotriz (-10,8%), el bloque de sustancias y productos químicos (-9,3%) y la refinación del petróleo (-7,8%).
La industria textil se vio afectada principalmente por la contracción del mercado interno que desplomó los pedidos de hilados de algodón y tejidos en un 10,8% y 21,4%, respectivamente.
El bloque de productos de caucho y plástico se vio perjudicado increíblemente por una caída en la elaboración de neumáticos en torno al 18,5% que lejos estuvo de aprovechar el mayor dinamismo de las exportaciones automotrices, las cuales se vieron abastecidas por un ingreso de neumáticos importados provenientes de Brasil y China, principalmente.
Por su parte, la industria metalmecánica excluida la automotriz presentó una disminución en su nivel de actividad como consecuencia de una retracción en la demanda interna de maquinaria agrícola -que continúa bajo el efecto sequía- y la desaceleración del consumo interno de línea blanca, donde se destacan los casos de lavarropas, heladeras y freezers, cocinas y termotanques.
La encuesta cualitativa industrial que realiza el Indec reflejó expectativas empresariales en línea con los resultados productivos obtenidos. El 59,7% de las empresas anticipa una baja en la demanda interna para el período septiembre-noviembre de 2018 y sólo el 7,9% de ellas espera un aumento.
A su vez, el 40,6% de las firmas considera que bajará la utilización de la capacidad instalada -que ya se encuentra en los niveles más bajos desde el año 2002- contra sólo el 8,3% que vislumbra una suba. En consecuencia, sólo el 7,5% prevé incrementar la dotación de personal durante dicho período, mientras que el 31,1% anticipa una disminución de su plantilla.
Las únicas expectativas positivas vienen por el lado de las exportaciones, donde el 31,1% de las compañías proyecta un mejor desempeño contra un 16,3% que vislumbra una disminución. Como al mismo tiempo la encuesta marca que el 42,1% de los empresarios piensa que reducirá sus importaciones y sólo el 10,6% piensa aumentarlas, se prevé una mejora en la balanza comercial industrial.