Política | La Comisión Episcopal de Educación pidió que en el marco de la pandemia por el coronavirus se arbitren los medios para que esto se dé "en las mejores condiciones" y considerar "indispensable" la continuidad en el proceso educativo.
La Comisión Episcopal de Educación de la Iglesia Católica difundió un comunicado ante el inicio del año escolar 2021, en el que desea que "se retorne a la escuela, del mejor modo posible, respetando las medidas y protocolos sanitarios y con las adecuaciones edilicias necesarias para este tipo de situación".
"Por eso animamos a las autoridades a planificar e implementar todo lo necesario para que esto se pueda dar en las mejores condiciones. Lo necesitan los alumnos y las familias, lo necesitan los educadores", sostuvo en un comunicado.
"Es indispensable la continuidad en el proceso educativo; sabemos que el año pasado muchos de nuestros alumnos no pudieron sostener esa continuidad por no contar con la conectividad necesaria; falta de medios tecnológicos; por las condiciones socio- económicas, entre otras", advirtió, y precisó: "Nos preocupan los sectores más vulnerables de la sociedad. Ellos más que nadie necesitan de la escuela, y de un proceso de enseñanza-aprendizaje continuo y sostenido en el tiempo".
Texto del comunicado
Ante el pronto inicio de un nuevo ciclo lectivo nos dirigimos a todos los que comparten la comunidad educativa: alumnos, docentes, directivos, padres de familia, gremios y autoridades.
Como Iglesia, en primer lugar, queremos expresar a todos ellos nuestra cercanía y agradecimiento, no sólo a los que concurren a nuestros centros educativos, sino a todos en general por la entrega generosa y sacrificada en la tarea educativa durante el año 2020 marcado por la pandemia.
Este año se presenta de un modo aún incierto, dado que la situación sanitaria todavía no está resuelta, lo que conlleva varias dificultades, pero que no deben quitarnos el entusiasmo y la vocación para educar.
Es nuestro deseo que se retorne a la escuela, del mejor modo posible, respetando las medidas y protocolos sanitarios y con las adecuaciones edilicias necesarias para este tipo de situación. Por eso animamos a las autoridades a planificar e implementar todo lo necesario para que esto se pueda dar en las mejores condiciones. Lo necesitan los alumnos y las familias, lo necesitan los educadores.
Es indispensable la continuidad en el proceso educativo; sabemos que el año pasado muchos de nuestros alumnos no pudieron sostener esa continuidad por no contar con la conectividad necesaria; falta de medios tecnológicos; por las condiciones socio- económicas, entre otras. Nos preocupan los sectores más vulnerables de la sociedad.
Ellos más que nadie necesitan de la Escuela, y de un proceso de enseñanza-aprendizaje continuo y sostenido en el tiempo. Es importante la escuela con los alumnos y docentes presentes para avalar un adecuado proceso de socialización. Las virtudes sociales como la solidaridad, el respeto por el otro, la paciencia, la tolerancia, el saber compartir, etc., necesita de un ámbito de encuentro de las personas.
La escuela no sólo brinda conocimiento, sino que forma personas que puedan integrarse plenamente en la vida de la sociedad. Para responder a la continuidad del proceso de formación y a la adquisición de virtudes sociales es necesario que los docentes sean remunerados acorde con la responsabilidad que significa ser “maestros” y tengan las condiciones adecuadas para el ejercicio de su vocación.
Deseamos que las autoridades públicas hagan los mayores esfuerzos en este sentido, y así los docentes puedan ofrecer a los alumnos, especialmente a los más carenciados, una educación acorde con su dignidad.
No nos dejemos robar la esperanza frente a las dificultades, hagamos salir de nosotros mismos lo mejor, no nos arrepentiremos del sacrificio que conlleva la tarea de educar, del bien que se hace a los niños y jóvenes cuando un maestro, un profesor dedica su tiempo, su energía, su creatividad, su amor para enseñar.
El mejor testimonio es cuando los docentes se encuentran con los que fueron sus alumnos y les agradecen lo que hicieron por ellos cuando eran estudiantes.
A todos los protagonistas de la gesta educativa, auténtica gesta nacional, los encomendamos a la protección de Nuestro Señor Jesucristo y a la intercesión de nuestra Madre, la Virgen de Luján patrona de los argentinos.