Economía | Fueron casi 400 mil personas las que perdieron su empleo en 2018, y Concordia en Entre Ríos mostró un leve descenso respecto al trimestre anterior, pero creció en la comparación interanual.
De los 31 conglomerados urbanos que cubre el muestreo del INDEC en 25 se registró un incremento de la desocupación si se comparan los números definitivos de 2018 con los del año anterior. Las regiones más afectadas por la falta de trabajo fueron, a fin del año pasado, Mar del Plata y el Gran Rosario (12,8% cada una) y el Conurbano bonaerense (11,4%).
En Entre Ríos la ciudad de Paraná el 3% de desempleo hace doce meses mutó a 5,6%, aunque marcó una baja respecto del tercer trimestre del años pasado, aunque tan solo del 0,1%.
Mientras tanto Concordia la tasa de desempleo se ubicó en 5 puntos, con un crecimiento interanual del 0,4%. En tanto, también mostró una tendencia a la baja respecto del tercer trimestre de 2018, cuando había llegado al 5,4%.
El informe del organismo estadístico publicado este jueves reflejó un desmejoramiento de la situación laboral general, por un incremento en la tasa de desocupación, una baja en la cantidad de personas empleadas y una mayor demanda de trabajadores por buscar otro empleo o complementar su ingreso familiar. La situación afectó especialmente a la población más joven.
En las provincias el aumento del desempleo se reflejó de forma dispar, en algunas regiones se duplicó la cantidad de personas sin trabajo y en otras tuvo un incremento marginal. En muy pocos casos los indicadores mejoraron.
La desocupación se concentra en la zona pampeana (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa). La segunda región más golpeada es la Patagonia, mientras que algunas provincias del noreste y noroeste argentino tienen los índices más bajos del país.
Dentro de la zona pampeana los dos conglomerados con peores números son Mar del Plata y el Gran Rosario, con 12,8% cada una. La particularidad es que, para el caso de Rosario, en un año el desempleo se incrementó cinco puntos porcentuales, lo que implica que unas 32.000 personas perdieron su puesto de trabajo en esa ciudad.
Más atrás se ubicó el Gran Buenos Aires, que en un año pasó a tener desocupación de dos dígitos. A fines de 2018 fue de 11,4%, un incremento de poco más de dos puntos respecto al año anterior. Esto significa que, en 12 meses, 133.000 personas perdieron el empleo. En el mismo lapso de tiempo, 184.000 trabajadores salieron a buscar otro puesto laboral.
Un polo de empleo metalúrgico, el eje Villa Constitución-San Nicolás, en el límite entre Santa Fe y Buenos Aires, también sintió el impacto de la recesión y la fuerte caída de la actividad industrial a lo largo de 2018. A fines de 2017 el desempleo era de 6,9% mientras que un año después ya había alcanzado el 11,3%, casi cuatro puntos y medio más.
Si bien tienen tasas de desempleo menor, en otras cinco regiones la cifra se duplicó o estuvo cerca de hacerlo en la comparación diciembre 2017-diciembre 2018. En el Gran Mendoza, por ejemplo, la desocupación pasó de ser de 2,7% a 5,9%. En San Luis un año atrás era de 1,2% y la última medición arrojó un 2,8%.
Corrientes, por su parte, tenía 3,1% de personas sin trabajo en 2017 mientras que a fines de 2018 terminó siendo de 7,2%. El eje Viedma-Carmen de Patagones, en en límite bonaerense y rionegrino, pasó de tener un indicador de 3,6% a 6,1%.
De los 31 centros urbanos relevados por el INDEC, solo seis tuvieron una tendencia contraria a la general. La que más logró recortar la tasa de desocupación fue el Gran Resistencia, en Chaco, que pasó de tener un índice de 6,1% a 1,6%. San Juan, por su lado, lo redujo desde 4,8% a 3,1%. El Gran La Plata, Gran Santa Fe, Comodoro Rivadavia y Neuquén registraron mejoras más moderadas.