Salud | Calificados especialistas afirman sobre el antiparasitario que aún carece de evidencia clínica que respalde su administración, por lo que, por el momento, no hay cambios en lo que refiere a su indicación médica.
Aunque acaba de publicarse en la revista E Clinical Medicine el trabajo difundido en septiembre del año pasado sobre "Evaluación del efecto antiviral del fármaco ivermectina contra SARS-CoV-2", a cargo de un consorcio público-privado liderado por Alejandro Krolewiecki, del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (UNSA), especialistas consultados por La Nación coinciden en que sigue sin haber evidencia clara de efectos clínicos positivos del fármaco en el tratamiento del Covid.
"El investigador del Conicet es muy serio, pero su trabajo todo lo que dice es que baja la carga viral; no tiene ninguna correlación con la clínica. El estudio no tiene poder estadístico para eso" -explica el infectólogo y asesor presidencial Pedro Cahn-.
El hecho de que baje la carga viral en un grupo chico, como el estudiado en este ensayo, "no da pie para su uso en la clínica de ninguna manera.De hecho, el mismo artículo dice que no está aprobado en ningún lado y está desaconsejado por el NIH, la FDA y la autoridad regulatoria europea".
El ensayo evaluó el efecto del fármaco sobre la replicación del coronavirus en 45 pacientes (a 30 de los cuales se les administró la sustancia activa y al resto, no) con Covid-19 en dosis de 0,6 miligramos por kilo de peso (el triple de lo usado habitualmente).
Se vio que producía la eliminación más rápida del virus cuando se iniciaba el tratamiento en etapas tempranas de la infección (hasta cinco días desde el inicio de síntomas).
Se les hicieron mediciones de seguridad del medicamento, cuantificación de virus en secreciones respiratorias y niveles de ivermectina en sangre. Se evidenció la disminución del virus en secreciones.
Aparte de este, también se realizó otro ensayo clínico en el Hospital "Eurnekián", de Ezeiza, en el que participaron 162 agentes de salud a los que se les administró el antiparasitario como profilaxis, aunque la Sociedad Argentina de Infectología había manifestado que la droga no es inocua y puede causar efectos adversos.
Tampoco se reportaron datos claros de eficacia clínica y seguridad.
El interés por la ivermectina surgió tras la publicación de un artículo de investigadores australianos que habían logrado la inhibición del SARS-CoV-2 en células in-vitro.
Según explicó Krolewiecki en el comunicado del Ministerio de Ciencia, "el estudio se limitó a analizar los efectos en tubos de ensayo (…) que ignora el componente inmunológico del huésped y no toma en cuenta el balance entre concentración de droga versus la carga viral".
Pero aunque los ministerios de Salud de algunas provincias (como La Pampa, Misiones, Corrientes y Tucumán) avalan su utilización, no está recomendada por sociedades científicas y dista de contar con las evidencias necesarias para respaldar su efectividad. Hasta el momento se carece de estudios concluyentes que demuestren su eficacia clínica.
"El ensayo no aporta mucho, aunque el fármaco se está usando como si lo hiciese", dice Pablo Richly, director del Centro de Salud Cerebral, que ya había objetado la difusión oficial de estos resultados.
"El estudio es pequeño y consiste más bien en una prueba de concepto -coincide el infectólogo Lautaro de Vedia, expresidente de la Sociedad Argentina de Infectología-. Lo que muestra es que la rama tratada con ivermectina tuvo una mayor caída de la carga viral. No evaluó eficacia. El propio investigador dice en sus conclusiones que se necesitan estudios en gran escala para poder demostrar su utilidad. Se evaluó la idea, pero no está diciendo que esté probado. Hay que ver. Es un primer paso muy preliminar".
Por: Nora Bär/diario La Nación.