Martes 19 de Diciembre de 2017, 09:46

Graves incidentes en protesta contra la reforma previsional

Política | Marchas y protestas contra la reforma previsional se transformaron -por el accionar de algunos- en una guerra de piedrazos, botellazos, empujones, gases lacrimógenos y balas de goma.


A poco del inicio de la sesión de Diputados por la reforma previsional, se registraron incidentes cerca de una de las vallas ubicadas en torno al Congreso, sobre la avenida Rivadavia, casi esquina Sáenz Peña, en la Ciudad de Buenos Aires. Un grupo de manifestantes, que intentaron derribar la contención, arrojaron piedras y botellas. La avanzada de los revoltosos, una minoría entre la multitud que se concentra en oposición a los cambios en el cálculo de la recomposición de haberes jubilatorios, por momentos fue con una "lluvia" de piedras y otros elementos contundentes. La Policía avanzó una hora después que comenzó la agresión y cuando tiraron una bomba molotov contra los uniformados. Una de las más repudiables imágenes del día fue la que protagonizó el militante de izquierda Sebastián Rodrigo Romero apenas comenzadas las agresiones contra la Policía en el marco de la protesta en contra de la reforma previsional. Romero con un arma casera -compuesta por un mortero y una rama de un árbol- "disparaba" contra los uniformados mientras sus compañeros -algunos con las caras tapadas- arrojaban una "lluvia" de piedras. La Guardia de Infantería intentaba avanzar para hacer retroceder a los revoltosos, en su mayoría jóvenes, varios de los cuales llevaban máscaras antigas. Las refriegas se acrecentaron en la plaza, con lluvias de piedras contra la Policía, que siguió avanzando hasta reponer las vallas sobre Rivadavia y Rodríguez Peña. Los revoltosos formaron barricadas, parapetándose detrás de placas de madera, mientras seguían arrojando todos tipo de objetos a la Policía que, con el correr de los minutos, logró desplazarlos hasta más de la mitad de la plaza, en dirección a avenida de Mayo. No obstante, las refriegas continuaron, toda vez que el grupo logró rearmarse y volver a arrojar piedras, botellas y trozos de baldosas. La Policía volvió a avanzar con una formación, detrás de la cual avanzaba un camión hidrante y luego la policía motorizada. En determinado momento, se registró el incendio de un cerco verde, y siguieron los disturbios, que se acrecentaron cuando los manifestantes vieron a un grupo de policías a los que superaban en número y comenzaron a atacarlos. Las fuerzas policiales dispersaron a grupos de manifestantes, los que se trasladaron a la Avenida 9 de Julio en su interseccíón con la Avenida de Mayo, con el empleo de gases lacrimógenos y carros hidrantes, mientras distintas columnas se retiraban de la protesta contra el proyecto de ley de reforma previsional de la Plaza del Congreso. La Avenida 9 de Julio se convirtió en el nuevo escenario de las refriegas, luego de las registradas durante varias horas en torno al Congreso, lo que determinó la interrupción del Metrobus, y del tránsito en una de las principales avenida de la Ciudad de Buenos Aires. Los choques entre manifestantes y policías de registraron cuando se estaba desarrollando la desconcentración de las columnas que se habían manifestado en el Palacio Legislativo. Manifestantes instalaron vallas en el medio de la 9 de Julio mientras otros arrojaban piedras a la policía, que a su vez repelía con gases lacrimógenos. El grueso de los manifestantes se reagrupó en los laterales de la cercana estación del Metrobus en dirección hacia el Ministerio de Desarrollo Social, y luego de varias refriegas, fueron desalojados. En el operativo actuó también la policía motorizada, que lanzó gas lacrimógeno a los grupos que se habían agrupado en distintos puntos de la 9 de Julio.