Política y Economía | El Presupuesto, que ingresó a la Cámara de Diputados, anticipa en sus estimaciones el esquema de políticas macroeconómicas, fiscal y cambiarias asociadas que pretende llevar adelante el Gobierno nacional.
El Presupuesto Nacional para el período 2022 prevé una pauta de crecimiento económico del 4%, una inflación del 33% y una previsión de déficit fiscal primario del 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso en la noche de este miércoles.
Según se desprende del proyecto, el Gobierno nacional espera que la pauta de inflación cierre el 2021 en el 45,1%, muy por encima del 29% que había Sido previsto antes del “shock de precios internacionales”, dijeron en Economía.
El tipo de cambio nominal promedio del 2022 será de 131,10. Mientras, la precisión para este año, el 2021, es que el dólar minorista promedio cierre en 102,40.
Se prevé que el consumo privado crezca 4,6% y el público del 3,1% el año que viene.
En materia de déficit, se prevé un rojo primario del 3,3% y un agujero financiero del 4,9%.
El financiamiento del déficit se hará con un aporte del Banco Central del 1,8% del PIB, mientras que en 2021 será del 3,3%. El resto se financiará con deuda en pesos.
“Tenemos que tener la política fiscal para fortalecer la recuperación pero sin dejar de tener en cuenta la sostenibilidad y estabilidad macroeconómica”, dijeron en Economía.
En paralelo se prevé una suba de la recaudación fiscal del 45,3%, ubicándose por encima de la inflación, por lo que mostraría crecimiento real.
El gobierno prevé que los salarios subirán 50,6% en 2021 y 38,3% en 2022, con una mejora real (sobre la inflación) de cuatro puntos porcentuales.
El Ministerio de Economía envió la denominada “ley de leyes” al Congreso al finalizar una jornada convulsionada para el Gobierno por la sorpresiva puesta a disposición del Presidente Alberto Fernández de renuncias de ministros y funcionarios que le responden a la Vicepresidente Cristina Kirchner.
La iniciativa no contempla el pago de los 19.000 millones de dólares que la Argentina debería hacerle en 2022 al Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que el Gobierno apuesta formalmente a alcanzar un acuerdo de refinanciación con el organismo multilateral de crédito.
El proyecto también contempla una pauta de inversión en obra pública equivalente al 2,4% del PIB, por lo que el gobierno destinará más de 1 billón de pesos a ese objetivo, al cual considera dinamizador de la actividad económica y de la generación de empleo asalariado privado.
Los objetivos de la iniciativa son, según fuentes del gobierno: la generación de trabajo, el dinamismo productivo, la estabilidad macroeconómica, que las oportunidades se repartan de una forma más equitativa en el territorio federal, y “ser nosotros los dueños de nuestro propio destino”.
“El proyecto propone una política fiscal expansiva para apuntalar la recuperación económica”, señalaron en el ministerio de Economía. Asimismo, se prevé que el PIB alcanzará al finalizar 2023 (último año de mandato de Fernández) apenas por encima del último trimestre de 2017, antes del inicio de la crisis macroeconómica que le estalló al macrismo. Así se terminaría la “doble crisis” de la que viene hablando el gobierno, sumando el impacto de la pandemia.