Política y Economía | El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la segunda revisión del acuerdo de facilidades extendidas que le otorgó a la Argentina.
El Fondo Monetario Internacional aprobó este lunes la segunda revisión del programa con el organismo, que permitirá la liberación de unos US$ 3.900 millones para la Argentina. El anuncio se hizo poco antes de la reunión de la Directora Gerente Kristalina Georgieva con el Presidente Alberto Fernández en Nueva York.
En un comunicado, el Fondo dijo que "las recientes y decisivas medidas de política destinadas a corregir reveses anteriores están ayudando a restaurar la confianza y fortalecer la estabilidad macroeconómica, incluso mediante la reconstrucción de las reservas internacionales.
"El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas acordaron que los objetivos establecidos en la aprobación del acuerdo permanecerán sin cambios hasta 2023", lo que sugiere que quizás el año próximo puedan ser cambiadas.
"La implementación decidida de políticas sigue siendo esencial para consolidar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los desafíos arraigados de Argentina, en particular la inflación alta y persistente", añadió.
“Se acordó que los objetivos clave establecidos al momento de la aprobación del acuerdo, incluidos los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas, permanecerán sin cambios hasta 2023. Este enfoque proporciona un ancla vital para continuar reconstruyendo la credibilidad y sostener el compromiso renovado de implementar el programa, en torno a los pilares de las autoridades referidos al orden fiscal y la acumulación de reservas”.
El Fondo señaló que “la mayoría de los objetivos del programa cuantitativo hasta fines de junio de 2022 se cumplieron, con la excepción del piso de las reservas internacionales netas, principalmente debido a un crecimiento del volumen de importaciones superior al programado y demoras en el apoyo oficial externo. Posteriormente, un período de volatilidad en el mercado cambiario y de bonos fue detenido luego de medidas decisivas que corrigieron reveses anteriores y reconstruyeron credibilidad”.
Con respecto al marco macroeconómico, dijo que “refleja un entorno global más difícil (presiones inflacionarias en curso, endurecimiento de las condiciones financieras y desaceleración del crecimiento) y las recientes presiones del mercado interno”.
Señalaron que gracias a las medidas del nuevo equipo económico, “las presiones del mercado se están disipando y la perspectiva de crecimiento permanece sin cambios en 4 por ciento para este año, antes de moderarse a la tasa potencial de 2 por ciento a partir de 2023”.
“Si bien las presiones inflacionarias siguen siendo fuertes, lo que resulta en revisiones al alza en el pronóstico de inflación, se espera una moderación gradual durante el resto de 2022 y 2023 lo que refleja una combinación de marcos de políticas macroeconómicas más estrictas, incertidumbres reducidas debido a la implementación sostenida del programa y la evolución proyectada de los precios mundiales de las materias primas”.
El FMI dice que se ratificó el objetivo de déficit primario del 2,5 por ciento del PIB en 2022 y del 1,9 por ciento del PIB en 2023. Y señala que las mejoras en las finanzas públicas se sustentan en recortes (lo llama “una mejor focalización”) de los subsidios a la energía, el agua y el transporte; una nueva priorización del gasto para asegurar la ejecución de proyectos de inversión críticos y la protección adecuada de los hogares pobres; controles de gastos fortalecidos, que a su vez deberían ayudar a contener los atrasos en los gastos; y esfuerzos para revisar los incentivos fiscales corporativos y fortalecer el cumplimiento de los ingresos.
En cuanto a la política monetaria, dijo que “el Banco Central está comprometido con la implementación continua y más consistente del marco de política monetaria, que ya está generando tasas de interés reales positivas. Esto es necesario para fortalecer la demanda de activos en pesos, reducir las presiones externas y apoyar una reducción de la inflación alta y persistente, respaldada también por una reducción continua en el financiamiento monetario del déficit fiscal, que tendrá un tope del 0,8 por ciento del PIB este año (por debajo del objetivo del 1 por ciento del PIB) y se limitará al 0,6 por ciento del PIB en 2023”.
“La implementación más decisiva de políticas macroeconómicas más estrictas debería respaldar un fortalecimiento del saldo de cuenta corriente, la competitividad externa y la cobertura de reservas. En línea con los compromisos del programa, se prevé que las reservas internacionales netas aumenten en US$9.800 millones durante el transcurso de 2022-23.
Respecto a las reformas estructurales, el FMI resalta que “se están dando pasos para fortalecer el mercado de deuda en pesos, la transmisión de la política monetaria, la gestión de las finanzas públicas y los marcos para combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, complementado con los esfuerzos de las autoridades para buscar acuerdos internacionales de intercambio de información. Los incentivos bien diseñados para alentar la inversión y el potencial de exportación de los sectores estratégicos, especialmente la energía, siguen siendo cruciales”.