Política | Para el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación tampoco hay presos políticos en Argentina, sino "casos de encarcelamiento". La declaración la hizo el propio Canciller, Felipe Solá, al ser consultado por la polémica desatada al respecto luego de que durante una entrevista el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
"Preso político es tomar a un opositor y meterlo preso para que no hable y sacarlo del juego", dijo Solá en referencia al debate desatado y agregó que en Argentina sí existen "casos de encarcelamiento que no se justifican jurídicamente y que están ligados a figuras que tienen relieve político". "Eso no quiere decir que haya presos políticos”, enfatizó el ex gobernador de Buenos Aires.
Además, Solá resaltó que “hay gente presa que podría estar en su casa y que no lo está por su relevancia" y que muchas veces la “justicia se siente influenciada” para tomar determinadas decisiones.
“Para nosotros no hay presos políticos en Argentina, lo que sí hay son detenciones arbitrarias. Sí entendemos que todas esas cuestiones, en el marco de los procedimientos que ya existen y que ya están con recursos presentados, la Justicia deberá determinarlas”, había dicho el Jefe de Gabinete tras ser consultado sobre las presiones que ejercen desde un sector del Frente Todos para que el Presidente Alberto Fernández se ocupe del asunto.
No es la primera vez en el año que el debate por el modo en que deben ser denominados los dirigentes kirchneristas que hoy se encuentran presos -como Julio De Vido, Amado Boudou y Milagro Sala-. Ya a medidados de enero, durante un encuentro con Abuelas de Plaza de Mayo, Alberto Fernández hizo mención sobre el tema y diferenció la situación de los ex funcionarios de su espacio político encarcelados y la condición de "presos políticos".
"Un preso político es una persona que fue detenida sin proceso. En la Argentina lo que hay son detenidos arbitrarios, que es otra cosa. Es gente que podría soportar sus procesos en libertad, pero los detienen porque son opositores", dijo entonces el Jefe de Estado, repitiendo palabras que ya había pronunciado durante su campaña presidencial.
La discusión es fuente de contradicciones puertas adentro del Frente de Todos, en gran medida porque fue la misma Vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner la que en un principio quiso instalar la idea de que los mencionados casos judiciales implicaban la existencia de presos políticos.
De hecho, luego de las declaraciones de Cafiero la polémica estalló cuando una de las funcionarias de primera línea que responden a Fernández contradijo públicamente las afirmaciones del Jefe de Gabinete. Se trata de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quien además fue abogada de Sala y que consideró todo lo desprendido en torno a este debate interno que aqueja al oficialismo como una mera "discusión semántica".