Política y Economía | En un contexto de inflación en descenso y tasas de interés más bajas, el Banco Central ajusta el "crawling peg" del 2% al 1% mensual. El objetivo es avanzar hacia la eliminación del cepo cambiario y consolidar la estabilidad de precios.
A partir de este lunes, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) implementará una reducción en el ritmo de devaluación del peso, pasando del 2% al 1% mensual.
Esta medida marca el inicio de la tercera fase del plan económico del gobierno de Javier Milei, que busca consolidar la baja inflación y sentar las bases para la eventual eliminación del cepo cambiario.
La decisión se enmarca en un escenario de desaceleración del costo de vida, con una inflación del 2,7% en diciembre, y una apreciación acumulada del tipo de cambio en los últimos meses.
El ajuste en el "crawling peg" -el mecanismo que regula la depreciación controlada de la moneda- tiene como objetivo profundizar la reducción de la inflación y perforar el piso del 2% mensual.
La primera fase del plan, implementada a fines de 2023, se centró en alcanzar el déficit fiscal cero y eliminar el déficit cuasifiscal del BCRA.
La segunda etapa, iniciada en julio del año pasado, estableció una política de "emisión cero" y mantuvo una tasa de devaluación del 2% mensual en el mercado único libre de cambios (MULC).
Ahora, con la tercera fase, el gobierno avanza hacia un esquema cambiario más flexible, reduciendo la depreciación controlada a la mitad.
El dólar oficial cerró el viernes en $1053, mientras que el paralelo se mantuvo en $1220, con una brecha cambiaria del 15,8%. En enero, el dólar blue registró una leve caída del 0,8%, mientras que los dólares financieros alternativos, como el MEP y el CCL, también mostraron descensos.
El equipo económico espera que la inflación mensual se mantenga alrededor del 2,5% durante el primer trimestre del año, para luego continuar su descenso.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, se proyecta que la inflación alcance el 1,9% en mayo.
El éxito de esta fase dependerá, en gran medida, de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo programa de financiamiento, que podría oscilar entre US$ 10.000 y US$ 15.000 millones.
Este acuerdo permitiría al BCRA fortalecer sus reservas y avanzar hacia la eliminación del cepo cambiario.
En paralelo, el BCRA continuó con su ciclo de recortes en la tasa de política monetaria, que pasó del 32% al 29% anual, en línea con la estrategia de reducir el costo del crédito y estimular la actividad económica.