Economía | En el primer semestre las exportaciones crecieron 6,7% y el consumo interno cayó un 10%.
El primer semestre del año 2024 ha resultado ambiguo para la industria de la carne en Argentina, marcado por un significativo contraste entre sus exportaciones en recuperación y un mercado interno en franca caída.
Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), la producción de carne vacuna durante los primeros seis meses del año alcanzó los 1,490 millones de toneladas de res con hueso (r/c/h), lo que representa una disminución interanual del 10,1% y una retracción de 168,1 mil tn r/c/h.
Esta baja se atribuye principalmente a las condiciones climáticas adversas que afectaron la producción ganadera en los últimos años, reduciendo significativamente el stock disponible para faena.
En cuanto al mercado externo, las exportaciones de carne vacuna mostraron un aumento del 6,7%, alcanzando las 440,5 mil tn r/c/h en el primer semestre de 2024.
Este incremento es alentador para el sector, aunque es importante mencionar que estos datos no incluyen los envíos de huesos con carne a China, lo que podría significar un volumen aún mayor.
En contraparte, el consumo aparente de carne vacuna en el mercado interno experimentó una drástica caída del 15,7%, situándose en 1,05 millones de tn r/c/h.
Esta cifra representa una disminución de 195,7 mil tn r/c/h respecto al mismo período del año anterior, retornando así a niveles similares a los del primer semestre de 2021.
El consumo por habitante también reflejó un descenso significativo, con un promedio de 44,7 kilogramos por persona en los primeros seis meses del año, marcando una disminución del 16,7% comparado con el mismo período de 2023.
En términos de precios, el valor del kilo vivo de carne vacuna aumentó un 5,9% en junio de 2024, recuperando la caída del mes anterior y alcanzando los $1.412,05.
Los precios de las diferentes categorías de ganado mostraron variaciones, destacándose los aumentos en novillitos, vaquillonas y vacas, mientras que novillos, toros y categorías de menor valor experimentaron subas menores o estabilidad.
En resumen, el sector enfrenta un semestre con resultados mixtos, donde las exportaciones muestran signos de recuperación mientras que el consumo interno enfrenta una caída significativa.
Las condiciones climáticas adversas continúan siendo un desafío para la producción ganadera, influyendo en la disponibilidad de carne tanto para el mercado doméstico como para las exportaciones, lo cual sigue siendo un punto clave a monitorear para el resto del año.
