Argentina tiene los alimentos entre los más caros de la región
Economía | La inflación, la presión tributaria, los costos laborales y de transporte son algunos de los factores más distorsivos.
Los precios de los alimentos en la Argentina son, en general, más altos que en el resto de países de Sudamérica y esto obedece a una sumatoria de causas entre las que se incluye la inflación, la presión tributaria, los costos de transporte y logística, los sobrecostos laborales y la intermediación, según estimó un estudio privado.
La consultora de consumo masivo Focus Market, a cargo de Damián Di Pace, realizó un estudio comparativo de los precios de los alimentos en las góndolas argentinas y los comparó con la de Brasil, Chile y Perú.
Allí ejemplificó que en una equivalencia de pesos argentinos, una docena de huevos en la Argentina cuesta $30,41; en Brasil $21,18; en Chile $19,06 y en Perú $14,22. Otro tanto pasa con el kilo de manzana, que en la Argentina cuesta $28,10; en Brasil $24,96; en Chile $18,31 y en Perú $21,33.
El informe indica que frente a una inflación anualizada, que calcula superior al 42%, los precios de los alimentos en la Argentina en términos nominales en pesos, al convertirlos al tipo de cambio oficial en dólares “terminan siendo más caros que otros países de la región tomando como referencia la misma unidad de medida monetaria”.
Otra de las razones de la diferencia de precios es atribuida a la presión tributaria local. Indica el informe que la carga tributaria respecto del producto bruto interno pasó del 23% en 2003 al 38% en 2015, lo que determinó que la incidencia impositiva tuviera una “alta participación sobre los costos” en materia de producción y distribución de alimentos en el territorio nacional.
El transporte y la logística tienen también parte de responsabilidad en la conformación de los costos argentinos. La falta de inversión en rutas y caminos, la carencia de transportes alternativos al terrestre, generan un sobrecosto que se termina consolidando en un sobreprecio para el mercado interno y una pérdida de competitividad de los productos argentinos de cara a los mercados externos, considera el informe.
En cuanto al peso de los costos laborales, el informe indica que los salarios de los trabajadores formales en la Argentina han crecido por encima del nivel de productividad alcanzado, lo que genera una diferencia importante en el precio sobre el costo de producción y distribución de los alimentos.