Política | Unas 500 personas vestidas de negro manifestaron rompiendo vitrinas y cristales de automóviles. La Policía intervino, reprimió a los revoltosos y detuvo casi a un centenar.
El rechazo que genera el magnate republicano en una parte importante de Estados Unidos quedó patente tanto en el Capitolio, donde casi 70 legisladores boicotearon la jura del cargo del nuevo presidente, como en las calles de Washington.
Los manifestantes anti-Trump se entremezclaron con las decenas de miles de personas que acudieron a la capital a celebrar al nuevo inquilino de la Casa Blanca. Aunque la mayoría de las protestas fueron pacíficas, hubo algunos actos de vandalismo y enfrentamientos y la policía realizó casi un centenar de detenciones.
Unos quiniento vestidos de negro algunas con máscaras y pañuelos en sus cabezas rompían lo que encontraban a su paso, comenzando por la sucursal de Bank of America, luego un local de McDonald's y después uno Starbucks, símbolos del sistema capitalista estadounidense. Los más violentos vandalizaron varios autos y tiraron basureros y dispensadores de periódicos por la calle antes de ser dispersados por la Policía.
Según la Policía debido a los actos de vandalismo debieron intervenir usando gas lacrimógeno para disolver algunas concentraciones y, detener casi a un centenar.
Desde la misma fuerza aclararon que mayoría de las protestas tuvieron un carácter pacífico.