Uruguay no quiere dialogar porque juzga que el desbloqueo es parcial
PAPELERAS | Luego de una primera reacción auspiciosa, el gobierno uruguayo endureció anoche su posición en el conflicto por las plantas de celulosa y expresó formalmente que el levantamiento condicionado del corte en uno de los puentes no habilita el camino a una negociación con la administración Kirchner.
La Cancillería emitió una declaración al caer la noche en la que dejó claro que "para el gobierno nacional no se considera abierto ningún camino de diálogo que conduzca a una negociación" porque para ello considera necesario que "se supriman totalmente y sin condiciones los cortes en los puentes que bloquean el tránsito de personas, mercaderías y vehículos".
Anoche, el viceministro de Medio Ambiente, Jaime Igorra, dijo a La nación que no habrá un paso más si no quedan liberados los dos pasos de frontera y no desaparece la amenaza de interrumpir el paso de determinados vehículos (por el eventual pasaje de camiones con material para la empresa Botnia).
El presidente Tabaré Vázquez se tomó un tiempo para responder al anuncio de los manifestantes entrerrianos. Anteanoche, la vicecanciller, Belela Herrera, había hecho unos primeros comentarios que reflejaban el alivio por la decisión de levantar el corte de la ruta de acceso al puente, aunque había advertido que era necesario esperar hasta ayer para una evaluación más serena.
Como había sido conversado entre el gobierno y las empresas papeleras, la española ENCE activó en Madrid los mecanismos para exhibir su gesto de disposición a colaborar en una salida negociada. Pero la finlandesa Botnia percibió en la mañana que ministros del gabinete de Vázquez reflejaban malestar por los condicionamientos de los ambientalistas y prefirió tomarse un tiempo para esperar señales más claras.
Vázquez transmitió a su equipo que no podía aceptar exigencias o condiciones de los ambientalistas, a los que el presidente uruguayo no acepta llamar de esa forma, sino simplemente piqueteros.
El ministro de Medio Ambiente, Mariano Arana, se mostró molesto con los manifestantes argentinos y las críticas por el supuesto impacto ambiental de las plantas. Incluso relativizó la medida votada en Gualeguaychú: "Se ha producido un gesto después de 45 días de hechos ilegítimos y contrarios a derecho. Es un pequeño o mediano gesto que veremos si realmente tiene las consecuencias a que nosotros aspiramos". Aclaró que "el bloqueo virtual no ha sido levantado en su totalidad".
El canciller Reinaldo Gargano se preocupó por asegurar que el gobierno uruguayo no será el responsable de una paralización de obras en las fábricas cuestionadas. Dijo que eso depende de una resolución que tomen por sí mismas Botnia y ENCE. Cuando le preguntaron "por qué hacía esa precisión", respondió que era porque "el presidente [Vázquez] está muy bien asesorado legalmente" y considera que "las empresas tienen otorgados los permisos para realizar las obras, están actuando dentro del marco legal"; tienen "una autorización de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y toda la papelería en regla, por lo que no existe sino una medida de carácter excepcional, en todo caso, fuera del marco legal para ordenarles suspender las obras".
En tanto, Arana respondió sobre la posibilidad de hacer una pausa en la construcción de las fábricas de celulosa para dar tiempo "a hacer un estudio de impacto ambiental".
"¡Pero si nunca se completó el estudio de impacto ambiental! Ya hemos invitado al gobierno argentino a que participara junto con nosotros; le hemos ofrecido eso... ¡Yo no sé qué más garantías podemos ofrecer!", agregó.
Destacó que hay "opiniones absolutamente inequívocas de los técnicos uruguayos reunidos por medio de sus asociaciones, como por ejemplo la Asociación de Ingenieros Químicos", y también "de técnicos relevantes de la Argentina" que afirman que los "procedimientos [de ENCE y Botnia] son las mejores prácticas disponibles en el mundo entero".
Pese a esta rigidez en los reclamos de libre circulación que maneja Uruguay, fuentes del gobierno aseguraron que sigue el diálogo con la Argentina y que hay disposición para un gesto de paralización voluntaria de las obras de las plantas.
Se aclaró que eso no puede significar el abandono de las plantas, sino la seguridad de que mientras dure una negociación formal no se hagan tareas de armado de la planta, pero sí de construcción civil. No se aclaró si eso está acordado así con Néstor Kirchner.
Fuente: Infover.