| El gobierno uruguayo dio por superado el incidente diplomático con la Argentina, tras las declaraciones de Busti. El anuncio lo hizo el canciller Reinaldo Gargano en conferencia de prensa, tras entrevistase con el presidente Tabaré Vázquez.
El gobierno uruguayo dio por superado el incidente diplomático con Argentina, que surgió luego de que el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Jorge Busti, acusó a las autoridades uruguayas de haber sido "incentivadas" para permitir la construcción de dos plantas de celulosa. El anuncio lo hizo el canciller Reinaldo Gargano en conferencia de prensa, tras entrevistase con el presidente Tabaré Vázquez para analizar el texto de una nota aclaratoria remitida por el gobierno argentino.
Gargano dijo que este episodio fue "un obstáculo puesto a las relaciones excelentes que mantenemos con la República Argentina. Y por lo tanto, me parece que está superado". Sin embargo, el canciller no se mostró totalmente satisfecho con las explicaciones de Argentino. "Uno siempre hubiera querido alguna cosa que le satisficiera más", admitió.
También anunció que el embajador uruguayo en Buenos Aires, Francisco Bustillo, que fue llamado en consultas a Montevideo tras este diferendo, "volverá pronto" a Argentina. "Puede volver mañana (martes)", añadió.
A la convocatoria de Bustillo, el gobierno del presidente argentino Néstor Kirchner respondió llamando a su embajador en Montevideo, Hernán Patiño Mayer.
Gargano explicó que con Vázquez se decidió emitir una declaración política en la que el presidente "ha manifestado su disposición, primero, al inalienable derecho a defender el medio ambiente, como lo ha hecho a esta hora".
Asimismo, se dispuso pedirle a la cancillería argentina "que solicite a sus técnicos en la comisión binacional", que se formó para estudiar el eventual impacto de estas plantas de celulosa en territorio uruguayo, "toda la información que ha sido proporcionada" por Uruguay.
Este argumento se manejó porque el gobierno argentino alegó que no había recibido toda la información requerida sobre la instalación de las plantas de celulosa.
En esta declaración, el gobierno expresó que "toma nota de la postura clara del gobierno argentino que descarta cualquier intención espúrea" de las autoridades uruguayas "en el manejo de este tema de la instalación de las plantas de celulosa".
A su vez, señaló que el gobierno "mantiene su posición de seguir adelante con la instalación de estas plantas, cuidando, como lo ha hecho hasta ahora, estrictamente, controlando las mismas, para que se cumplan las normas de protección del medio ambiente y la calidad de vida de los vecinos".
Gargano señaló que este asunto se discutió entre las cancillerías y que en ningún momento habló Vázquez con Kirchner.
Los argentinos se oponen a la instalación de las plantas de la empresa finlandesa Botnia y de la española Ence. Ambas plantas se construirán en Fray Bentos, a 300 kilómetros al oeste, frente a la provincia de Entre Ríos, que ha denunciado la posible contaminación ambiental.
Paralelamente, el lunes presentó credenciales a Vázquez la nueva embajadora de Finlandia Ritva Anneli Jolkkonen, que es concurrente en Uruguay y con base en Argentina.
"Yo sólo lo que quisiera comentar sobre esta situación es que Finlandia tiene muy buenas relaciones con Uruguay y con Argentina y soy embajadora para los dos países. Entonces no quisiera comentar mucho en detalle", dijo a la prensa.
El gobernador de Entre Ríos afirmó el fin de semana que en la decisión del gobierno de Vázquez de proseguir con las plantas de celulosa hubo "incentivos" y aunque posteriormente quiso aclarar que con esa palabra no aludía a cohechos, el gobierno reaccionó llamando a Bustillo. En un comunicado el lunes, Busti explicó que cuando habló de "incentivos" se refirió al interés que despierta en Uruguay una cuantiosa inversión y no a "ninguna acción espuria ligada con la corrupción".