Domingo 9 de Septiembre de 2007, 12:57

UNA MULTITUD EN EL FUNERAL DE PAVAROTTI

| Más de 50.000 personas se congregaron en las inmediaciones de la catedral de esta ciudad y tomaron parte de los funerales del gran tenor Luciano Pavarotti, en una demostración impresionante de afecto y reconocimiento.

La imponente estructura edilicia, de estilo románico italiano, situada en la plaza de la ciudad donde el eximio cantante naciese 71 años atrás, recibió a tres artistas internacionales, elegidos por la familia, también amigos de Pavarotti. La entrada de la misa estuvo acompañada por la soprano búlgara Raina Kabaiwanska, que cantó el "Ave María" del "Otello", de Giuseppe Verdi. Por otra parte el flautista Andre Griminelli en la interpretación del "Orfeo y Euridice", de Gluck, y Andrea Bocelli con el "Ave verum corpus" de Mozart, enmarcaron, engalanaron y enaltecieron la sentida despedida al tenor. Todos estuvieron acompañados por la Coral Rossini, donde el cantante inició su magnífica trayectoria. Al término de la misma tomó la palabra Romano Prodi. Estuvieron presentes también el vicepremier y ministro de Cultura, Francesco Rutelli, y el ministro de Defensa, Arturo Parisi. Los funerales de Luciano Pavarotti mancomunaron a personalidades notables y diversas como el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, el director general de la FAO (agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), Jacques Diouf, y el embajador norteamericano Ronald Spogli. La presencia de alrededor de 20 sacerdotes en la celebración de la misa da una idea de la fama y el tamaño artístico de Pavarotti. El mundo del arte y del espectáculo estuvo representado por Bono Vox, líder de la banda irlandesa de rock U2, Carla Fracci y el director de cine Franco Zeffirelli. Con Bono, Luciano Pavarotti interpretó en una oportunidad, en una demostración de solidaridad y dignidad, el tema "Miss Sarajevo", del cual hay un notable videoclip donde la estrella de rock y el exquisito tenor componen un emotivo cuadro dramático con imágenes desgarradoras de la destrucción de esa ciudad por la guerra, yuxtaponiendo denuncia y arte en confluencia de estilos de vertientes, aparentemente dispares como el rock y la lírica, como una cabal demostración de que el arte es un fuego inextinguible para hermanar a los hombres. En una parte de los funerales, muy destacada, se oyó en la voz del arzobispo Benito Cocchi, a solicitud de Nicoletta Mantovani, viuda del cantante, una pequeña plegaria de Alice, la hija de cuatro años que Pavarotti tuvo con quien fuera su secretaria privada antes de convertirse en su esposa: "Papá, sé que me has amado tanto y que me protegerás siempre...". En un silencio profundo y notable el religioso concluyó la intención de la pequeña: "Te llevaré en mi corazón por siempre". Pavarotti, quien tuvo otras tres hijas de su matrimonio con Adua Veroni, fue sepultado en el cementerio de Monte Rangone, Modena, cerca de sus padres Fernando y Adela Venturi, y de su hijo Riccardo, fallecido en 2003 antes del parto. Emotivo e inolvidable.