Un millón de fieles venera los restos de Juan Pablo II
| Una multitud participa de la procesión para orar frente al féretro de Juan Pablo II, el flamante beato de la Iglesia Católica.
Concluida la ceremonia de beatificación, el Papa Benedicto XVI inauguró la procesión ante el féretro de Juan Pablo II, que yace dentro de la basílica de San Pedro.
Poco después de dar la comunión a un grupo de fieles y de saludar en siete idiomas a los miles de peregrinos presentes, el Pontífice encabezó la procesión para rendir homenaje al nuevo beato.
Instalado frente al altar central, rodeado de flores amarillas, el simple ataúd de madera clara de Juan Pablo II, que no ha sido abierto, tenía encima una Biblia.
Benedicto XVI se recogió para orar en silencio ante el féretro de su predecesor, con el que colaboró 23 años como prefecto de la Doctrina de la Fe.
El féretro de Juan Pablo II fue sacado el viernes de su sepultura en las grutas del Vaticano y colocado hoy en la basílica vaticana para su veneración.
Después de Benedicto XVI, los cardenales se dirigieron en procesión hacia el centro de la basílica para venerar el féretro y posteriormente lo hicieron los jefes de Estado y de Gobierno que asistieron a la ceremonia. Ahora, es el turno de los fieles, comenzando por los enfermos y los discapacitados.
Las puertas de la basílica permanecerán abiertas hasta "el último peregrino", indicó la Santa Sede.
El ataúd será colocado mañana por la noche, en el curso de una ceremonia privada, en la capilla de San Sebastián, al lado de la capilla en donde se encuentra la célebre estatua La Piedad de Miguel Angel, en el ala derecha de la basílica de San Pedro.
La placa de mármol que cubría la tumba localizada en las Grutas vaticanas será enviada a Cracovia, para ser empleada en la construcción de una nueva iglesia que será erigida en su nombre.
Fuente: EFE.