Política | El Presidente de Estados Unidos aseguró que trabajará por una paz “duradera”, pero descartó la necesidad de un alto el fuego inmediato, acercando su posición a la de Moscú y encendiendo alarmas en Kyiv y entre los líderes europeos.
En la Casa Blanca, Donald Trump recibió al Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y a varios líderes europeos tras su reunión con Vladimir Putin en Alaska.
Aunque inicialmente había planteado la exigencia de un cese al fuego, Trump dio marcha atrás y afirmó que esa medida podría ser “estratégicamente desventajosa”.
Su cambio de postura dejó a Washington más cerca de Moscú, que insiste en un acuerdo integral bajo sus propios términos.
Además, volvió a sugerir que Ucrania podría tener que ceder territorios como condición para alcanzar la paz, lo que generó rechazo entre los socios europeos.
Los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y la Unión Europea viajaron a Washington para influir en las negociaciones y subrayar que lo que está en juego no es solo el futuro de Ucrania, sino la seguridad de todo el continente.
Trump aseguró que Estados Unidos garantizará la “protección” de Ucrania en caso de un acuerdo, aunque aún resta definir qué tipo de compromisos se ofrecerán y si tendrán alcance europeo.