Zamora tiene 48 años y cinco hijos y está separado desde hace cuatro años, cuando supo que su mujer estaba embarazada de otro hombre.
Desde hace 15 años trabaja como minero y hace 8 en el yacimiento San José como perforista. En otra oportunidad estuvo atrapado una semana bajo tierra. Hace 15 años, en la mina Santos, se le cayó un planchón en una mano y tuvieron que ponerle una prótesis de fierro.
Aseguró que tiene pensado publicar un libro cuando salga. "Siempre decía que la mina era mala y un día un sobrino quiso entrar a trabajar, pero le dijo que no, que si alguien iba a morir iba a ser él", cuenta su hermana Silvia.
Víctor Segovia le tenía un singular apodo al yacimiento: "el matadero humano". También bromeaba diciendo que a los trabajadores del lugar deberían llamarlos los "kamikaze".