Renunció el Presidente de Alemania tras graves acusaciones de c
| Christian Wulff, anunció su dimisión, ante las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias. La renuncia se produjo después de que la fiscalía de Hannover solicitara al parlamento alemán, que levante la inmunidad de Wulff para abrir una investigación contra su persona.
"Nuestro país necesita un Presidente que pueda ocupar su cargo y enfrentar sus responsabilidades nacionales e internacionales plenamente", ha declarado el hasta hoy Presidente alemán, Christian Wulff.
Ha asegurado que la confianza de la mayor parte del pueblo es necesaria para ejercer la presidencia de Alemania. "Esa confianza ya no existe", ha lamentado.
"He cometido errores, pero siempre he actuado conforme a la ley", se ha defendido el ya ex Presidente.
El presidente del Bundestag (el Parlamento alemán) le sustituirá provisionalmente en el cargo.
A las 11.30 está previsto que hable Angela Merkel (ambos pertenecen a la Unión Cristianodemócrata, CDU). De hecho, la canciller había cancelado su visita oficial a Italia ante el anuncio del presidente.
La fiscalía de Hannover solicitó en la tarde de ayer que se le retire la inmunidad a Wulff, después de que distintos medios alemanes hayan destapado diversas conductas sospechosas de Wulff cuando era ministro-presidente del estado federado de la Baja Sajonia.
En diciembre pasado, el diario Bild fue quien destapó la caja de pandora al desvelar que el presidente alemán había adquirido su chalet en esa ciudad, Hannover, bajo unas condiciones de crédito privado privilegiadas en su época al frente de la Baja Sajonia.
El artículo aseguraba que había obtenido 500.000 euros de un empresario amigo, Egon Geerkens. Wulff después aseguró que había sido la mujer del empresario quien le había dado el dinero como un préstamo.
Pero la ley prohíbe a los cargos públicos obtener pagos o regalos en relación con su puesto, explica el medio alemán Der Spiegel.
"El Presidente realiza un excelente trabajo y lo aclarará él personalmente", declaró Angela Merkel antes de Navidades. "Por eso creo que es importante y correcto que se puedan ver ciertos documentos y que se siga trabajando por una aclaración".
La Canciller mostró entonces su "plena confianza" en el presidente Wulff.
El 22 de diciembre Wulff convocó una rueda de prensa en el Palacio Bellvue, su residencia oficial en Berlín. "Me ha quedado clara la irritación que ha causado la financiación de la vivienda privada de mi familia. Podría y tendría que haberlo evitado", dijo entonces.
Pero las cosas empeoraron cuando se supo que Wulff había intentado evitar la publicación del artículo de Bild al ponerse en contacto con el redactor jefe de ese periódico. Al parecer había amenazado con denunciar al medio.
La indignación en Alemania iba in crescendo. El Presidente se vio obligado a pedir perdón por segunda vez en cuestión de semanas. Esta vez lo hace en una entrevista concedida a la televisión pública.
En ella asegura que no pretendía evitar la publicación de la información, sino que pidió posponerla un día y decir que era él mismo quien había facilitado el nombre de quien le había concedido el crédito en vez de publicar la verdad: que la información era fruto de una investigación.
El escándalo hace que salgan a la luz otros posibles actos de cohecho, como una escapada a un pequeño hotel financiado también con un crédito, condiciones privilegiadas para adquirir un coche, estancias en villas de amigos ricos, caros billetes de avión... "un escándalo aparentemente interminable", describe Der Spiegel.
El diario Die Welt ha revelado recientemente que cuando Wulff era ministro-presidente de la Baja Sajonia también utilizó durante meses un teléfono móvil sin pagar un céntimo. El móvil pertenecía a la compañía de su amigo David Groenewold, destacado productor de cine. El abogado de Groenewold, que entre otros filmes ha producido "La Ola", lo confirmó.