Rafael Correa asumió como nuevo presidente de Ecuador
| El izquierdista Rafael Correa juró este lunes como presidente de Ecuador anunciando una "revolución
radical" que incluye la renegociación de la deuda externa, un modelo económico de corte socialista y una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Política de 1998.
Correa, un economista de 43 años, asumió para el período 2007-2011 y delineó un gobierno que según él transformará al quinto productor sudamericano de petróleo y primer exportador mundial de banano, tras una década de inestabilidad política.
"La revolución ciudadana recién se ha iniciado y nadie la podrá parar", exclamó el flamante jefe de Estado ante el Congreso y un centenar de delegaciones extranjeras, incluidos nueve mandatarios de Latinoamérica, además de los de Irán y Saharahui.
Luciendo una camisa de cuello alto sin corbata, Correa anticipó los ejes que articularán su gobierno y que involucran la renegociación de la deuda externa y un nuevo modelo económico socialista, al tenor de los cambios que impulsan sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez, y Bolivia, Evo Morales.
"Iremos a una renegociación soberana y firme de la deuda externa ecuatoriana y, sobre todo, de las inadmisibles condiciones que nos impusieron en el canje del año 2000", afirmó.
La deuda externa pública de Ecuador alcanzó en noviembre los 10.328,3 millones de dólares, equivalentes a 25,3% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central.
Correa sostuvo que el canje del año 2000, cuando Ecuador debió reestructurar su pasivo tras dolarizar la economía, fue un acto de "corrupción" porque "explícitamente buscó mejorar el precio de los bonos en beneficio de los acreedores, mientras que el país estaba destruido".
Sin embargo, anotó que el problema de la deuda sólo se superará cuando se reforme la arquitectura financiera internacional, para lo cual propuso a los países de la región crear un "tribunal de arbitraje" que determine cuánto del pasivo es "ilegítimo".
Correa también planteó que promoverá un modelo económico en el marco del "socialismo del siglo XXI que impera en América Latina", y en tal sentido proclamó el fin del neoliberalismo.
Igualmente anunció que este mismo lunes convocará a una consulta popular sobre una Asamblea Constituyente con plenos poderes que modifique la Carta Política de 1998.
"Convocaré a la consulta popular para que el soberano, el pueblo ecuatoriano, ordene o niegue esa Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes que busque superar el bloqueo político y social en el que el país se encuentra sumergido", enfatizó.
El mandatario anticipó el domingo que el texto será enviado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) sin el aval del Congreso, que sólo "será informado como una deferencia", lo que es tachado de ilegal por la oposición.
De otro lado, propuso a sus colegas sudamericanos que Quito sea la sede de la secretaría permanente de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) y que las reservas en divisas de los países de la región sean administradas por un Banco del Sur.
"El traer esas reservas a la región, juntarlas y administrarlas adecuadamente en un Banco del Sur -es decir el inicio de una gran integración financiera- más que un imperativo económico constituye un imperativo del sentido común y de soberanía", agregó.
Fuente: NA.