| Benedicto XVI ha clausurado este domingo la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid con una misa multitudinaria en Cuatro Vientos y un mensaje claro a los jóvenes que le escuchaban. Miles de ellos han pernoctado en la base aérea aguardando este momento.
"No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo", dijo el Papa en un pasaje de la misa.
Consciente de que hay numerosos chavales que aunque se dicen creyentes sin embargo no cumplen con muchos de los preceptos de la Iglesia (léase por ejemplo la doctrina en materia sexual que predica la castidad hasta llegar al matrimonio o la asistencia a la misa dominical), el Pontífice ha hecho en su homilía una férrea defensa de la institución que preside y ha destacado que "no se puede seguir a Jesús en solitario".
Durante la ceremonia religiosa en la base aérea, ante un millón y medio de personas, el Papa ha indicado a los jóvenes que es "fundamental" que vayan a misa los domingos, que comulguen, que se confiesen con frecuencia y que recen.
"Quien cede a la tentación de ir 'por su cuenta' o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo o de acabar siguiendo una imagen falsa de él", ha dicho.
Benedicto XVI ha insistido en que los católicos no pueden ir por libre y que si aspiran a encontrar a Cristo deben forzosamente comulgar con lo predica la Iglesia y seguir las normas y las pautas de conducta que impone. "La Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios", señalaba. "No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo".
En ese sentido, el Papa ha recordado al más de un millón de jóvenes que han acudido a la misa de Cuatro Vientos que deben de cumplir con la doctrina de la Iglesia, empezando con la asistencia a la vida dominical. "Para el crecimiento de vuestra amistad con Cristo es fundamental reconocer la importancia de vuestra gozosa inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación en la eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón y el cultivo de la oración y meditación de la palabra de Dios".
Asimismo, Benedicto XVI ha pedido a los chavales "que no se dejen seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios" y que se esfuercen por a dar a conocer a Cristo a los demás.
Benedicto XVI ha tenido también palabras de recuerdo para las 154 victimas mortales del accidente de Spanair, una tregdia de la que ayer se cumplieron tres años. "Al conmemorarse ayer el tercer aniversario del grave accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas, que ocasionó numerosas víctimas y heridos, deseo hacer llegar mi cercanía espiritual y mi afecto entrañable a todos los afectados por ese lamentable suceso, así como a los familiares de los fallecidos".
Asimismo, Benedicto ha anunciado al fin de la ceremonia que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en 2013 en Río de Janeiro. Aunque en principio estaba previsto que tuviera lugar en 2014, dado que la Jornada Mundial de la Juventud se celebra cada tres años, la coincidencia con el mundial de fútbol que ese año se año tendrá lugar precisamente en Brasil ha llevado a la Iglesia a adelantar en un año su realización.
La Misa de envío de la JMJ pone el cierre así a la Jornada Mundial de la Juventud y lo hace de forma multitudinaria. Cerca de un millón y medio de personas -según datos facilitados por la Policía Nacional- han recibido al Papa alrededor de las 09.15 horas en el aeródromo de Cuatro Vientos para escuchar su homilía.
El Santo Padre ha recorrido toda la base aérea en el papamóvil antes de presidir la Eucarística desde el altar ante la presencia de los Reyes y diferentes autoridades, como el ministro de Fomento, José Blanco y de la Presidencia, Ramón Jáuregui, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Sobre las 12:30 horas Benedicto XVI ha abandonado Cuatro Vientos saludando y dando su bendición a los numerosos fieles mientras un coro rociero cantaba: "Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va".
A su llegada a la Nunciatura, donde almorzará con los Cardenales de España y el Séquito Papal, verios peregrinos le han recibido cantando lemas como "Este Papa sí que mola, se merece una ola" y ondeando banderas de España y de El Vaticano, al igual que ha ocurrido a lo largo de toda la estancia del Pontífice en Madrid.
Fuente: EFE.