| El papa Benedicto XVI reafirmó el domingo la condena de la iglesia católica al aborto y a la eutanasia, sosteniendo que "nadie es propietario de su propia vida".
"Nadie es patrón de su propia vida, pero todos estamos llamados a custodiarla y respetarla, desde el momento de la concepción hasta que se apaga de forma natural", subrayó el Pontífice ante varios miles de fieles que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al tradicional rezo del Ángelus dominical.
Benedicto XVI recordó que hoy se celebra la "Jornada por la Vida" en Italia, al tiempo que advirtió de que "en el actual periodo de dificultad económica, son todavía más dramáticos los mecanismos que, produciendo pobreza y creando fuertes desigualdades sociales, hieren y ofenden la vida, golpeando sobre todo a los más débiles".
Una situación que, según el Papa, "compromete a promover un desarrollo humano integral para superar la indigencia y la necesidad, y sobre todo recuerda que el fin del hombre no es el bienestar, sino Dios mismo".
El Pontífice también invitó a los sacerdotes a "reavivar su generosa disponibilidad para responder cada día a la llamada del Señor con la misma humildad y fe que Isaías, Pedro y Pablo".
Tras el Ángelus, el Papa se dirigió a los peregrinos de lengua española, a los que invitó a suplicar
"fervientemente al Señor que suscite en muchos jóvenes el deseo de responder generosamente a su llamada" Y que de este modo "dejándolo todo consagren su vida por completo a la hermosa misión de ser mensajeros valientes de la buena noticia de la salvación, celebrar con dignidad los Sagrados Ministerios y ser testigos fieles y convencidos de la caridad".
Fuente: EFE.