Domingo 25 de Diciembre de 2005, 16:21

"¡Despierta, humanidad del tercer milenio!"

| "El hombre de la era tecnológica, si se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia", dijo el Papa Benedicto XVI en su primer mensaje navideño.


El Papa Benedicto XVI llamó a la humanidad del tercer milenio a un despertar espiritual sin el cual "puede ser víctima de los éxitos de su inteligencia", en su mensaje de Navidad pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro. En su primer mensaje de Navidad antes de la bendición urbi et orbi, transmitido por las televisiones del mundo entero, frente a una plaza de San Pedro llena de gente, el Papa añadió: "el hombre de la era tecnológica, si se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia y de los resultados de sus capacidades operativas". "¡Despierta, humanidad del tercer milenio!", exclamó. "La época moderna es por lo regular presentada como un periodo del despertar de la razón, como la llegada de la humanidad a la luz", pero "sin Cristo", dijo, "la luz de la razón no es suficiente para esclarecer al hombre y al mundo". "Dejándose guiar por el amor de Cristo", afirmó Benedicto XVI, "la humanidad unida podrá afrontar los problemas numerosos y preocupantes del momento presente: de la amenaza terrorista a las condiciones de humillante pobreza en la que viven millones de seres humanos, de la proliferación de las armas a las pandemias y a la degradación del medio ambiente que amenaza al futuro del planeta". "Hombre moderno, adulto y, sin embargo, a veces débil en el pensamiento y en la voluntad, ¡déjate llevar de la mano por el Niño de Belén, no temas, fíate de El! La fuerza vivificante de su luz te alienta a comprometerte en la construcción de un nuevo orden mundial fundado sobre relaciones éticas y económicas justas", dijo el Papa. Pidió asimismo "que lleve a los pueblos latinoamericanos a vivir en paz y concordia. Que anime a los hombres de buena voluntad en Tierra Santa, en Irak, en Líbano, donde, aunque no falten signos esperanzadores, éstos han de ser confirmados por comportamientos inspirados en la lealtad y la sabiduría". También abogó para que se "favorezca los procesos de diálogo en la Península Coreana y en otras partes de los países asiáticos, a fin de que se superen las divergencias peligrosas y, con espíritu amistoso, se alcancen los logros de paz que tanto esperan sus pobladores". El Papa dijo que "Dios, que se hizo hombre por amor de la humanidad, apoya a los que en Africa actúan a favor de la paz y el desarrollo integral", citando en especial "a Darfur y otras regiones de Africa central". Mencionó "a los hombres de buena voluntad" que actúan en Tierra Santa, en Irak o en el Líbano, los comprometidos con el proceso de diálogo en la Península Coreana y en otros países de Asia". El Papa dijo que "es cierto que en el milenio concluido hace poco, y especialmente en los últimos siglos, se han logrado tantos progresos en el campo técnico y científico" y son muchos "los recursos materiales de los que hoy podemos disponer". "Por eso es importante que abra la propia mente y el propio corazón a la Navidad de Cristo, acontecimiento de salvación capaz de imprimir renovada esperanza a la existencia de todo ser humano", agregó. Luego de su mensaje, Benedicto XVI dirigió sus saludos de Navidad en 32 lenguas: además de los habituales italiano, francés, inglés, alemán, español, polaco y portugués, pronunció unas palabras en árabe, swahili, chino, hebreo, sueco, georgiano, japonés y terminó en latín. Fuente: EFE.