| El Papa Benedicto XVI abogó ayer en favor de la pacífica convivencia de las religiones, en una entrevista con el primer ministro turco. La gira del pontífice busca descomprimir la tensión desatada por sus dichos contra Mahoma.
El papa Benedicto XVI abogó ayer en favor de la pacífica convivencia de las religiones, en el inicio de una misión pastoral en Turquía que procura descomprimir la tensión entre diversas naciones islámicas y de Occidente.
La bienvenida cordial que le dio el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, en el aeropuerto de Ankara contrastó con el clima hostil que se anunciaba como marco para la visita del pontífice.
Sectores nacionalistas y fundamentalistas de Turquía hicieron en los últimos días manifestaciones de protesta por considerar que Benedicto XVI ofendió al islam en septiembre pasado en Ratisbona, cuando lo asoció con la violencia.
Pero las primeras palabras del Papa fueron de admiración para la cultura musulmana y para destacar la importancia de Turquía -un país con un 95 por ciento de su población musulmana- como "puente" en la unión de culturas.
Erdogan, quien habló con Benedicto XVI durante casi 20 minutos en el aeropuerto, dijo que el pontífice estuvo de acuerdo en que "el islam es una religión de amor y paz".
"Realmente quería venir a Turquía porque se ha transformado en un puente entre religiones. Es un país islámico y democrático", dijo el Pontífice apenas tocó suelo en Ankara.
Añadió que su viaje a Turquía era un deseo que le perseguía desde que llegó a la jefatura de la iglesia católica, en abril de 2005.
"Amo esta cultura y quiero reiterar la solidaridad entre las culturas. Esta es nuestra obligación", subrayó.
El Papa visitó luego el mausoleo de Mustafa Kemal Ataturk, fundador de la moderna República de Turquía, acompañado del ministro de Estado turco, Besir Atalay.
"En esta tierra, cruce de caminos de las diferentes culturas y religiones y puente entre Asia y Europa, hago mías las palabras del fundador de la República turca, Ataturk, para expresar mi deseo: Paz en patria, paz en el mundo", escribió el pontífice en el libro de oro del mausoleo.
El Papa también fue recibido por el presidente de Turquía, Ahmet Necdet Sezer, en el Palacio de la República turca, con quien habló de asuntos de interés bilateral y analizó diversos temas de política internacional.
Por su parte, Erdogan dijo que el mundo atraviesa "un período muy difícil por el choque de civilizaciones en curso", informó la agencia italiana ANSA.
"Por eso este encuentro es importante, y significativa la visita de Benedicto XVI a un país en un 95 por ciento musulmán, un país democrático y laico", añadió el premier turco.
Consideró que la visita "es importante también para transmitir al mundo un mensaje de tolerancia y de paz", por lo que convocó a sus compatriotas a dar pruebas de su cordialidad para la visita.
Erdogan había anunciado semanas atrás que no recibiría al Papa porque se lo impedía un viaje hacia Letonia para una reunión cumbre de la OTAN.
Pero ayer cambió de planes y decidió celebrar una breve audiencia con Benedicto XVI en el aeropuerto de Ankara, con lo que evitó que se potenciaran las interpretaciones acerca de un desaire del gobierno turco hacia el líder de los católicos.
El Papa llegó a Ankara en su primera visita a un país musulmán, donde enfrenta hostilidad por sus recientes comentarios sobre el islam y la violencia y donde espera reparar lazos con los cristianos ortodoxos, seprados del Vaticano hace casi mil años.
Con un largo abrigo blanco en un día soleado pero frío, un sonriente pontífice bajó del avión y saludó a personalidades destacadas en el lugar. Luego ingresó a la sala VIP del aeropuerto y fue recibido por Erdogan.
Poco antes de la llegada del Papa a Ankara, sindicalistas turcos protestaron por su visita frente al Departamento de Asuntos Religiosos, en la capital del país, con pancartas que decían: "Papa, no eres bienvenido".
Benedicto XVI tiene previsto reunirse en el Departamento de Asuntos Religiosos con el titular de la dependencia, quien cuestionó al pontífice por su discurso de septiembre pasado en el que citó un pasaje de un emperador bizantino que condenaba la difusión del islam a través de la guerra y la violencia.
Las autoridades turcas dijeron haber adoptado un dispositivo de seguridad incluso más férreo que el dispuesto para la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, en 2004, en previsión de protestas contra el Papa potencialmente violentas.
Fuente: Télam.