Benedicto XVI sostuvo que la aprobación de ese tipo de vínculos que "desnaturalizan a la familia" acaba penalizando a quienes se comprometen a establecer relaciones afectivas estables y públicamente reconocidas.
El Papa recordó que el matrimonio entre un hombre y una mujer es la base de esa institución donde los hijos aprenden los valores humanos y cristianos, así como el respeto de la reglas.
La Santa Sede ha manifestado abiertamente sus críticas a las leyes que en algunos países permiten la adopción a parejas homosexuales ya que para la Iglesia católica "un niño necesita el amor de un padre y una madre".
Reunido con el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, Benedicto XVI lamentó los efectos negativos de la actual crisis económica y demandó el fomento de políticas sociales que garanticen apoyo a los sectores vulnerables.