Palestina se convirtió en Estado observador en la ONU
| La Asamblea General de la ONU aprobó por abrumadora mayoría reconocer a Palestina como Estado observador no miembro, dando una importante victoria diplomática al presidente Mahmud Abas pese a la férrea oposición de Israel y Estados Unidos.
La votación de los 193 miembros de la Asamblea logró 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones para habilitar a los palestinos a integrarse a las agencias de la ONU y firmar tratados internacionales.
"Solicitamos a la Asamblea que se acuerde a Palestina un estatuto de Estado observador no miembro", dijo el embajador sudanés Daffa Alla Elhag Ali Osman, al iniciar el debate. "Este es un día histórico", añadió.
El Presidente Abás llamó a firmar el "certificado de nacimiento" de un Estado palestino, diciendo que el reconocimiento de la ONU es la última oportunidad de la paz con Israel. Abas recibió una ovación de pie al inicio y al finalizar su discurso de 22 minutos ante la Asamblea General.
El líder palestino dijo que quiere dar "nueva vida" a los esfuerzos para alcanzar un acuerdo con Israel, pero que los miembros de la ONU deben "dar un certificado de nacimiento a la realidad del estado palestino".
Estados Unidos e Israel se opusieron frontalmente a la propuesta. Poco después de la votación, la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas afirmó que el nuevo estatus de Palestina crea "obstáculos" para alcanzar la paz con Israel.
En Jerusalén, el primer ministro Benjamin Netanyahu condenó el discurso pronunciado por Abás ante la Asamblea General de la ONU, considerándolo de "propaganda mentirosa contra Tsahal (el ejército israelí) y los ciudadanos de Israel".
Más temprano, ante el Comité sobre los derechos inalienables del pueblo palestino, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon había pedido formalmente a los dirigentes israelíes y palestinos "reanimar el proceso de paz", paralizado hace dos años, reanudando las "negociaciones directas".
La resolución "expresa la esperanza de que el Consejo de Seguridad considere de manera favorable" su candidatura como miembro de pleno derecho, presentada en septiembre de 2011 por Abas pero torpedeada en el Consejo por la amenaza de veto de Estados Unidos.
Hace un llamado a la reanudación de las negociaciones de paz israelo-palestinas, congeladas desde hace más de dos años, por que un Estado de Palestina pueda coexistir "al lado de Israel en paz y seguridad, sobre la base de las fronteras de antes de 1967".
Este texto tenía asegurada la mayoría simple requerida para su aprobación entre los 193 países miembros. La cuestión se centraba más en el alcance de la victoria palestina y las consecuencias sobre el terreno y en el seno de la ONU.
La fecha del jueves no fue elegida al azar: es el aniversario de la aprobación por la ONU en 1947 del plan de partición del Mandato de Palestina, que incluyó un Estado judío y un Estado árabe.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de Jordania, Turquía, Canadá e Indonesia asistieron a la votación. Por su parte, los europeos llegaron divididos a esta votación. De los 27 países de la Unión Europea, una docena estaba a favor de la resolución (entre ellos Francia, España, Dinamarca y Austria). Pero Londres y Berlín anunciaron que se abstendrían. Rusia expresó su apoyo, así como Turquía y Suiza.
Muchos europeos, según diplomáticos, estiman que el momento ha sido mal elegido y esperan, como lo ha pedido el jefe de la diplomacia británica, William Hague, que en la tribuna de la Asamblea Mahmud Abas se comprometa a reanudar pronto las negociaciones.
Los europeos temen también que Washington recorte los fondos a las agencias de la ONU a las que los palestinos, con su nuevo estatus, podrán acceder. Cuando Palestina ingresó a la UNESCO en octubre de 2011, Estados Unidos inmediatamente detuvo su financiación (22% del presupuesto total), como le exigían dos leyes estadounidenses que datan de la década de 1990.
Lo que preocupa por su parte a los israelíes y los estadounidenses, pero también a los británicos, es la posibilidad que los palestinos tendrán ahora de entrar a la Corte Penal Internacional y de interponer una demanda contra Israel. Funcionarios palestinos han mencionado esta hipótesis si Israel continúa con su política de asentamientos en Cisjordania.
Israel y Estados Unidos han amenazado con sanciones en caso de un voto positivo.
El Congreso podría negarse a pagar los 200 millones de dólares en ayuda prometidos a los palestinos. Israel podría bloquear los impuestos que recauda por cuenta de la Autoridad Palestina, reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos o derogar los Acuerdos de paz de Oslo de 1993.
En compensación, la Liga Árabe ha prometido a los palestinos una "red de seguridad" de 100 millones de dólares por mes.