| El "cazador de nazis", Simon Wiesenthal, murió en Viena, Austria, a los 96 años de edad. Wiesenthal, quien estuvo detenido en varios campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, dedicó la mayor parte de su vida a la búsqueda de los responsables del holocausto.
Se estima que llevó a más de 1.100 criminales de guerra ante la justicia en las décadas de la posguerra.
Según dijo, sus mayores decepciones fueron no haber podido capturar al ex jefe de la Gestapo Heinrich Muller y al ex médico del campo de concentración de Auschwitz Josef Mengele.
Hace dos años anunció que su trabajo había concluido.
"Encontré los asesinos que buscaba. Viví más tiempo que ellos. Los que no busqué están demasiado viejos y enfermos para ser procesados legalmente", dijo en una entrevista concedida a la revista austriaca Format en abril de 2003.
pesar de su larga lucha, Wiesenthal dijo en esa entrevista que algunas personas aún no apreciaban la gravedad de los crímenes cometidos por el régimen nazi.
Encontré los asesinos que buscaba. Viví más tiempo que ellos. Los que no busqué están demasiado viejos y enfermos para ser procesados legalmente
"Es difícil hacer que el público verdaderamente entienda los crímenes de esa gente", señaló.
"Todavía tengo que lidiar con gente y grupos que sostienen que el holocausto no sucedió".
Nacido en la localidad de Buczacz, en lo que ahora es Ucrania, Wiesenthal también sobrevivió la invasión soviética de la zona en la década de los años 30.
Durante la Segunda Guerra Mundial, 89 miembros de su familia perdieron la vida.
Al final de la guerra, Wiesenthal se dedicó a revisar cientos de miles de documentos en poder de la unidad de crímenes de guerra del ejército estadounidense.
Wiesenthal fue liberado del campo de concentración de Mauthausen, en Austria, en mayo de 1945.
En la década de los años 50, su contribución fue crucial para encontrar a Adolf Eichman, quien estaba viviendo en Argentina con un nombre falso.
Eichman supervisó la mayor parte de la "Solución final", el plan que implicó la muerte de millones de judíos europeos.
Su secuestro por agentes israelíes -y su posterior juicio y ejecución en 1961- fue un estímulo para Wiesenthal, que fundó el Centro de Documentación Judío de Viena, organismo dedicado exclusivamente a recabar información sobre criminales de guerra.
En 1977 se fundó el centro que lleva su nombre en Los Ángeles, California, como una organización internacional de derechos humanos judíos.
"El único valor de casi cinco décadas de mi trabajo es una advertencia a los asesinos del futuro de que nunca tendrán descanso", dijo en una entrevista que le dio al diario estadounidense The Washington Post en 1994.