| Decenas de miles de personas, muchas de ellas ecuatorianas, mostraron ayer su rechazo a ETA y a su último atentado del 30 de diciembre, en el que murieron dos ecuatorianos, tomando las calles del centro de Madrid.
"Un crimen de ETA tan inútil como macabro vuelve a unirnos en Madrid", afirmó la ecuatoriana Lucía Rosero, al leer, junto a la escritora española Almudena Grandes, el manifiesto final de la manifestación, convocada por los dos sindicatos UGT y CC.OO y varias asociaciones de ecuatorianos.
"Estamos aquí para condenar con toda nuestra rabia este repugnante crimen", añadió Rosero, quien tuvo un recuerdo para Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, sus dos compatriotas muertos en el atentado en el aeropuerto de Madrid.
Con las muertes de los dos jóvenes ecuatorianos, "murió una parte de los sueños de miles de migrantes que cada día cruzan océanos y desiertos para hacer realidad los derechos humanos básicos para sus familias", añadió Rosero, en el acto con el que finalizó la multitudinaria manifestación de Madrid.
La marcha, encabezada por una gran pancarta con una paloma dibujada y el lema "Por la paz, la vida, la libertad. Contra el terrorismo", empezó sobre las 18H00 locales (17H00 GMT).
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, acudió a la manifestación en nombre del gobierno español, junto a los responsables de los sindicatos Cándido Méndez (UGT) y José María Fidalgo (CC.OO), y representantes de la política, la cultura y el espectáculo, como el premio Nobel de Literatura, el portugués José Saramago.
Los grandes ausentes fueron el principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP, derecha) y la numerosa Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cercana a los
conservadores. "Hemos venido por la paz, para trabajar, no para que nos maten", declaró un inmigrante ecuatoriano participante en la marcha, donde se pudieron ver banderas del país latinoamericano así como pancartas con el lema de la manifestación pintado con los colores de la bandera ecuatoriana.
La palabra "paz" fue la predominante en las pancartas de los asistentes, que también pidieron a ETA y Batasuna (el brazo político del grupo armado vasco) "basta ya de violencia". La marcha finalizó en la emblemática Puerta de Alcalá, donde sobre un escenario, un grupo de músicos ecuatorianos amenizó la tarde a los decenas de miles de manifestantes antes de que tomaran la palabra los organizadores del acto.
Rosero inició su alocución con una cita de "Libertad bajo palabra" de Octavio Paz, antes de afirmar que "la bomba del 30 de diciembre también hizo pedazos los sueños de los hombres y las mujeres sin distinción de lugar de nacimiento que, por opción o por azar, tenemos esta tierra como casa, y de los que creímos que era posible recuperar el poder de la palabra para conquistar la paz".
Los organizadores finalizaron su intervención apelando a la unidad frente a ETA, tras la división mostrada por los partidos españoles, que llevó a la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Pilar Manjón, a pedir perdón al pueblo ecuatoriano por el "espectáculo vergonzoso" ofrecido por los políticos.
El PP fue el único partido parlamentario que no acudió a la manifestación alegando que los lemas, tanto el de la marcha de Madrid como el de la que tuvo lugar en Bilbao (País Vasco, norte), no hacían un llamamiento claro a "vencer a ETA" por medio únicamente de la policía y la justicia.