Matan a un líder de Hezbollah buscado por la Justicia argentina
| El grupo chiita libanés anunció la muerte de uno de sus principales dirigentes en un atentado por el que responsabilizó a Tel Aviv. Entre otras causas, tenía una orden de captura decretada por la Corte Suprema por el ataque contra la Embajada de Israel cometido en 1992.
El grupo chiíta libanés Hezbollah anunció la muerte de uno de sus principales dirigentes, Imad Mughniyeh, en un atentado perpetrado anoche y por el que responsabilizó a Israel, según un comunicado difundido por la propia agrupación.
Entre otras causas, sobre Mughniyeh pesaba una orden de búsqueda y captura decretada por la Corte Suprema de Argentina por el atentado de 1992 contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, en el que murieron 29 personas.
"El líder Imad Mughniyeh murió a manos de los sionistas israelíes", dijo la emisora de televisión Al Manar, propiedad de Hezbollah, interrumpiendo su programación habitual. Según Hezbollah, Mughniyeh fue el objetivo de "los sionistas y los países arrogantes por más de dos décadas".
El canal Al Manar afirmó que Mughniyeh fue muerto en Damasco donde anoche -según testigos citados por fuentes de prensa- estalló un coche bomba.
"Con orgullo lamentamos la muerte de un gran líder de la resistencia islámica después de una larga vida de yihad (guerra santa), quien cayó como un mártir a manos de los sionistas israelíes", agrega el comunicado.
El ahora asesinado dirigente chiíta libanés mantenía contactos desde hace años entre Hezbollah y los servicios secretos iraníes y se consideraba que tenía su base en Teherán, el más estrecho aliado de Damasco, reecordó la agencia de noticias Ansa.
Mughniyeh, de 46 años, era buscado por la justicia estadounidense que lo consideraba involucrado en el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Beirut de 1982.
Ese atentado causó la muerte de unas sesenta personas, entre ellas muchos miembros de la CIA en Medio Oriente. Mughniyeh también era buscado en relación al secuestro de un avión de la línea TWA en el aeropuerto de Beirut en 1985 y por varias acciones terroristas más.
Luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos, este país ofreció una recompensa de 25 millones de dólares por su cabeza.