Mandatarios iberoamericanos piden participar en las soluciones a la cr
| Ante la amenaza de que la crisis financiera mundial socave los cimientos de la economía real, los mandatarios iberoamericanos exigieron medidas y reclamaron la creación de una nueva arquitectura financiera internacional.
La principal preocupación, según un comunicado especial aprobado en San Salvador, son los "potenciales efectos sobre el sector real de la economía" y sobre la "estabilidad política y social de la región".
Por ello, se comprometen a "tomar las medidas necesarias para proteger el empleo y la inversión, garantizar la disponibilidad de financiamiento para las actividades productivas e impulsar políticas sociales que beneficien en particular a los sectores más vulnerables".
Asimismo barajan la posibilidad de convocar urgentemente una reunión de jefes de Estado y de Gobierno, en el marco de la ONU ante la gravedad de la crisis, como había propuesto Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez ha sido el gran ausente de este encuentro.
Pese a que el principal asunto de esta Cumbre Iberoamericana era la juventud y el desarrollo, la crisis estuvo en boca de prácticamente la totalidad de los mandatarios.
Las críticas han llovido a la permisividad, falta de transparencia y codicia que llevaron a este colapso del sistema financiero internacional originado en Estados Unidos y Europa, y muchos han esbozado posibles soluciones, dependiendo del color político de los gobiernos.
La mayoría ve en esta crisis la oportunidad para cambiar un sistema surgido en los acuerdos de Bretton Woods, que sólo favorece a unos pocos.
Así, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva reclamó un acuerdo internacional ya que la crisis, que "adquirió un carácter sistémico y estructural", "no podrá ser contenida sin un esfuerzo de coordinación internacional".
Y es que una crisis global requiere de soluciones globales, se ha oído repetir a lo largo de dos días de reunión.
Pero en las soluciones deben participar los países emergentes y en desarrollo, dijo por su parte la presidenta chilena, Michelle Bachelet. "Queremos que nuestra voz sea oída", exigió.
Se trata, según el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha recibido algunos apoyos de sus amigos latinoamericanos como México o Chile para participar en la conferencia de Washington del 15 de noviembre a la que no ha sido invitado, de crear un nuevo orden financiero internacional que incorpore mecanismos de control y transparencia.
Mientras tanto, para el presidente colombiano, Alvaro Uribe, lo importante es estudiar medidas para frenar el impacto de la crisis financiera internacional en las políticas sociales.
"No podemos permitir que los daños que ha hecho el capital especulativo se tengan que pagar con la disminución de la política social en países como Colombia, o con la desfinanciación de las obras públicas", señaló Uribe.
Según la declaración, una respuesta a la crisis pasa también por la "conclusión satisfactoria y equilibrada" de las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio agrícola mundial.
Pero también hubo voces que consideran fracasado el capitalismo, como el boliviano Evo Morales o el nicaragüense Daniel Ortega.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, por su parte, reclamó una arquitectura financiera regional, para evitar que eventuales futuras crisis la vuelvan a salpicar, porque lo que se pretende ahora es "parchar (remendar) un sistema que no manejamos y al cual no le interesamos".
Aunque la Cumbre concluye este viernes, los jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países, entre los que tampoco estuvo el cubano Raúl Castro, también aprobaron el jueves por la noche una serie de documentos en los que se comprometen a mejorar la situación de 110 millones de jóvenes iberoamericanos, víctimas en su mayoría del desempleo, la violencia y la marginación.
Fuente: AFP-NA.