Lula fue dado de alta tras ser internado por una crisis de hipertensi&

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tuvo la crisis cuando estaba a punto de tomar el avión que lo llevaba a Davos, pero por orden médica no le permitieron viajar. Lula dejó el hospital a las 6.58 del Hospital Portugués, en Recife, con apariencia abatida y acompañado por los ministros Dilma Rousseff, precandidata presidencial, y Alexandre Padilla. Al salir del hospital, Lula agradeció al equipo médico pero no hizo declaraciones a la prensa Lula viajará desde la base aérea de Recife hacia San Pablo, donde se trasladará a su departamento en San Bernardo del Campo, lugar en el que permanecerá en reposo hasta el domingo. El médico presidencial, Cleber Ferreira, informó que la presión arterial de Lula llegó a 18/12. Lula fue sometido a un electrocardiograma, radiografías de tórax y a un examen de sangre, informa hoy el portal de Internet del diario folha de San Pablo. Según el médico, la crisis pudo haber sido provocada por un cuadro de estrés y cansancio. Esta es la primera vez, durante el segundo período de gestión del presidente, que el médico atiende a Lula, quien tiene una alteración en la presión arterial "El presidente no es hipertenso, este es un cuadro esporádico", aclaró Ferreira, quien añadió que la presión arterial normal de Lula es de 11/8. El ministro da Comunicación Social, Franklin Martins, informó que Lula no va participar del Foro Económico Mundial y que será representado por el titular del Banco Central, Henrique Meireles. Lula iba a recibir en el Foro de Davos el premio Estadista Global. El médico de Lula reveló que el presidente insistió hasta último momento para viajar pero no fue autorizado. En tanto, los ministros Dilma Rousseff y Alexandre Padilha cancelaron el regreso a Brasilia y pasaron la noche. El gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos (PSB), también fue al hospital a ver a Lula y aseguró que el presidente bromeó, conversó y luego se fue a dormir. Lula pasó la noche en el piso 13 del Hospital Portugués, por una cuestión de superstición. El presidente había viajado a la capital pernambucana para cumplir una agenda intensa durante la tarde de ayer. Ayer, al inaugurar una unidad de primeros auxilios en la región Metropolitana de Recife, Lula bromeó con que no quería "ser el primer paciente" de ese centro.