Jueves 10 de Enero de 2008, 23:29

Llegaron a Venezuela las dos rehenes liberadas por las FARC

| Clara Rojas y Consuelo González aterrizaron pasadas las 17.40 -hora argentina- en el aeropuerto de Santo Domingo, en el estado de Táchira. Después de una primera revisión médica, las dos dirigentes políticas fueron trasladadas en avión hacia Caracas, donde se reencontraron con sus familiares.


Las dirigentes Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, rehenes de las FARC durante seis años, fueron liberadas este jueves por esa organización en la selva colombiana y llevadas a Venezuela, en un cuidado operativo con el que la guerrilla cumplió su intención de "desagraviar" al presidente venezolano, Hugo Chávez. La liberación fue el resultado de un riguroso operativo en el que dos helicópteros identificados con las insignias de la Cruz Roja volaron hasta la selva colombiana en busca de las dirigentes y las trasladaron luego a Santo Domingo, en el estado venezolano Táchira, y desde allí a Caracas, donde se encontraron con sus familiares. La misión, producto de un acuerdo bilateral, monitoreado por la Cruz Roja y observado por el embajador cubano en Venezuela, Germán Sánchez Otero, obligó a Colombia a suspender maniobras militares en la zona durante casi toda la jornada. La primera imagen de Rojas y González de Perdomo libres las mostró al bajar del helicóptero, poco después de las 15.10 locales (las 17.40 en la Argentina), camino al avión en el que fueron llevadas casi de inmediato a Caracas, para reencontrarse allí con sus familiares. En el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, cercano a Caracas, Rojas y González de Perdomo se reencontraron con sus familiares, en medio de fuertes escenas de abrazos, besos, llantos y hasta reclamos de "libertad para todos ya", que llevaban muchos de los presentes en sus remeras. La liberación de las dos rehenes constituye una reivindicación para Chávez, que había quedado golpeado por el frustrado operativo de fin del año pasado y, más que nada, por la comprobación de que las FARC le habían mentido sobre Emmanuel, el hijo de Rojas nacido en cautiverio, a quien no tenían en su poder. Chávez podrá exhibir ahora que sus gestiones dieron el resultado de la liberación de Rojas y González, y, más aun, que al cabo el descubrimiento de que Emmanuel estaba en un hogar bogotano también tuvo que ver con el gesto que la organización guerrillera más antigua del continente pretendía tener para con él. El operativo empezó temprano, con la partida de dos helicópteros venezolanos con insignias de la Cruz Roja desde territorio venezolano a San José del Guaviare y desde allí hacia la selva, según las "coordenadas" que las FARC hicieron llegar ayer a Chávez. En las naves viajaron cuatro delegados de la Cruz Roja; el ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín; el embajador Sánchez Otero, y la senadora colombiana Piedad Córdoba, quienes fueron recibidos en el Guaviare por el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, e Iván Rojas, hermano de Clara. Según algunas versiones, el lugar de la liberación fue cercano al pueblo selvático Tomachipan, sobre el río Inirida y a unos 100 kilómetros de San José del Guaviare. Chávez fue el primero en anunciar, en medio de una recepción a un ministro de Dominica, que Rojas y González de Perdomo ya estaban en poder de la Cruz Roja, que había hablado con "el jefe de la patrulla" de la guerrilla y con las mismas dirigentes, y que le informaron que el estado de ambas era "bueno". Apenas minutos después, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó en Bogotá la liberación y aprovechó la oportunidad para asegurar que quedó claro que "no hacía falta despeje militar", como exigen las FARC, sino "voluntad" para cumplir la palabra. El acuerdo incluía que los helicópteros debían esperar a lo sumo una hora la llegada del grupo de las FARC y, ocurrida la entrega, dos horas más antes de despegar, en espera de que los guerrilleros volvieran a replegarse en la selva. Las escenas de la entrega de las dos dirigentes fueron mostradas casi de inmediato por el canal Telesur, y reproducidas por infinidad de televisoras de todo el mundo, y se vio entonces el saludo de Rojas y González de Perdomo a sus secuestradores, las conversaciones con ellos de Rodríguez Chacín y la emoción de la senadora Córdoba en el reencuentro. Rojas y González de Perdomo iban a ser liberadas antes de fin de año, dentro del llamado Operativo Emmanuel, que encabezó Chávez y contó con la participación de un grupo de enviados internacionales, pero ese esquema finalmente fracasó. Las FARC denunciaron entonces que no pudieron cumplir la promesa por las maniobras militares que había en la región, pero el presidente Alvaro Uribe hizo una sorpresiva aparición para denunciar que la organización no tenía consigo al pequeño Emmanuel que, se confirmó luego, está en una institución bogotana. En declaraciones a la prensa, Santos cuestionó a las FARC que "demoraron más de un mes para cumplir su palabra, cuando sólo se necesitaba buena voluntad", y reivindicó la actitud del Ejecutivo que encabeza Uribe, que "cumplió todos los pedidos, aun cuando había fuerzas militares a dos kilómetros del lugar donde se hizo la entrega". Mientras se desarrollaba cada paso, las FARC hicieron público un comunicado en el que renovaron su compromiso de buscar "un acuerdo humanitario" y criticaron la falta de voluntad del Ejecutivo colombiano, que busca "pretextos para continuar la guerra". Chávez, en tanto, habló con la prensa mientras veía las imágenes de los helicópteros, ocasión que aprovechó para volver a invitar a Uribe y al líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, a continuar las negociaciones. "Vamos a continuar con el correo que tenemos con las FARC y ojalá podamos retomar las conversaciones con Uribe; él dijo que al único al que atendían las FARC era a mí, bueno, entonces úseme, presidente", pidió el mandatario. Un rato después, Rojas y González de Perdomo -ya con otras ropas y sonrientes- bajaron en Maiquetía del avión que las llevó desde Santo Domingo, y recibieron las flores con las que sus familiares las esperaban. Fuente: Télam.