Sucedió en Estados Unidos y es la triste historia de Nathan Lippitt, un joven de 18 años.
Los médicos le diagnosticaron la enfermedad en 2010, después de haber encontrado un bulto en su testículo izquierdo por lo que lo intervinieron quirúrgicamente para extirpárselo y le dijeron que debía someterse a quimioterapia.
Tras esto, Lippit lanzó su propio sitio web y participó en una serie de actividades para recaudar fondos para organizaciones benéficas del cáncer testicular. Tres semanas después de su operación recibió una llamada de una enfermera de Urología del Hospital Real de Lancaster, quien le comunicó que no tenía cáncer testicular.
Fuente: Telecinco.es