| Los países de sudamérica asociados a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) dispusieron la vigencia de la llamada "Cláusula Democrática" para proteger a sus miembros de intentos contra el orden constitucional, a la vez que promovieron cerrar sus puertos a los buques que circulen por los mares de la región con bandera "ilegal" de Malvinas.
Por otra parte, los mandatario no eligieron al nuevo secretario general en sustitución del fallecido Néstor Kirchner y seguirán evaluando posibles candidatos, explicó el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
"No será hoy (viernes). Tenemos que tantear y conversar. Cuando se creó el cargo de secretario general, quedó claro que tenía que ser un ex presidente de Sudamerica, así que tenemos que consensuar algunos nombres", declaró el mandatario.
Según dispone la cláusula firmada por los presidentes en forma unánime, el instrumento se aplicará "en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden democrático, de una violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vigencia de los valores y principios democráticos".
Cuando se produzca alguna amenaza, la secretaría pro témpore de UNASUR podrá convocar al consejo de jefas y jefes de Estado tanto de oficio como a petición del país afectado o alguno de los países miembros.
Las sanciones serán: suspensión de UNASUR; cierre parcial o total de fronteras; suspensión del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros; sugerir la suspensión del Estado en otros organismos regionales e internacionales; promover penalizaciones ante terceros países y sanciones políticas y diplomáticas adicionales.
Esta cláusula fue tomada como eje y prioridad de la IV Cumbre de UNASUR, en función del intento de golpe de Estado que sufrió el gobierno de Ecuador a manos de la policía y otras experiencias cercanas como la destitución del presidente constitucional en Honduras.
Del mismo modo, el encuentro de presidentes apoyó una declaración en la que se instó a Gran Bretaña a que "se abstengan de tomar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales de la situación en las Islas" y que incluye el compromiso de los países de Unasur de "impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas".
También como parte de la declaración de Malvinas, la diplomacia argentina obtuvo de Unasur que sus países miembros informen a la Argentina sobre movimiento de "buques o artefactos navales con derroteros que incluyan las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur con cargas destinadas a las actividades hidrocarburíferas y/o mineras ilegales en la plataforma continental argentina".
Los presidentes también analizaron el tema de los llamados "fondos buitre", formalmente denominados "Fondos de situaciones especiales" y rechazaron "la agresión" que estos capitales ejecutan sobre las economías de los países de América Latina "en su intento por obtener ganancias usurarias a partir de la adquisición de deuda soberana por montos muy por debajo del valor posteriormente reclamado", dice la resolución.
Frente a esto, los mandatarios decidieron "instar al Consejo Suramericano de Economía y Finanzas de Unasur para que elaboren un conjunto de recomendaciones tendientes a minimizar los efectos adversos de este tipo de fondos".
La cuarta cumbre de UMASUR, que hasta septiembre fue dirigida por el ex presidente Néstor Kirchner, contó con la asistencia de ocho jefes de Estado de la región, de los doce que componen el bloque.
Asistieron los presidentes de Argentina, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam, Brasil, Colombia, Paraguay y faltaron los de Uruguay, Chile, Perú y y Bolivia.
La cumbre se celebró en Guyana por ser éste el país que asume la secretaría pro témpore en reemplazo de Ecuador y como gesto de voluntad de integración de dos países históricamente más cercanos al Caribe y a Europa que a sudamérica: Guyana y Surinam, únicos dos países de la región de habla inglesa y holandesa, respectivamente.