Fujimori, de 70 años, estaba acusado de ser el autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por un escuadrón del ejército conocido como el grupo Colina, y del secuestro de un empresario y un periodista.
El incidente de Barrios Altos dejó 15 muertos y el de la Universidad La Cantuta, diez.
Según los analistas, este fallo tiene repercusiones no sólo en Perú sino también más allá de sus fronteras, ya que se trata de la primera vez que un ex mandatario constitucional latinoamericano es juzgado por crímenes de lesa humanidad en su propio país.
Durante la lectura de la sentencia, los jueces de la sala penal especial de la Corte Suprema de Justicia dijeron que el fallo respondía a la "gravedad" de los hechos juzgados, los cuales se inscribían en un plan de desapariciones forzadas y asesinatos a cargo del Estado, las fuerzas armadas y el servicio de inteligencia.